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El descubrimiento realizado durante la rehabilitación de la iglesia parroquial de Santa Margalida de un pasillo abierto entre los contrafuertes que separan las capillas permitirá la recuperación de un antiguo acceso lateral al altar del templo. El rector de la parroquia, Guillem Feliu, explicó ayer que fue él mismo quien descubrió hace unos días estas aperturas en los contrafuertes, que hasta ahora habían estado tapadas por piedras de marés. «Los arcos abiertos en la pared se habían tapado y en su lugar se habían creado unos pequeños armarios donde se guardaban utensilios para la liturgia», indicó el párroco.

Operarios que trabajan en la rehabilitación del templo de la Vila descubrieron ayer mismo el último de los seis arcos que atraviesan los contrafuertes en la parte derecha del edificio. «Una vez abierto todo el pasillo se podrá recuperar el acceso hasta el altar sin tener que pasar por la nave central del templo», dijo el rector, añadiendo después: «Este acceso lateral al altar debía ser una estructura habitual en las iglesias porque me han explicado que en la rehabilitación del templo de Sineu han encontrado lo mismo».

Este no es el primer descubrimiento arquitectónico que se hace durante el importante proceso de rehabilitación que se está llevando a cabo en el templo parroquial de la Vila. Hace algo más de un mes se descubrió la estructura de una garita defensiva construida durante la Guerra Civil y un reloj de sol que data de 1336.