Manuel Onieva, a la hora de emitir su voto en las primarias. | Alejandro Sepúlveda

TW
3

Reza el tópico que con la celebración de un proceso de elecciones primarias ganan todos. Pero es que en el caso de la victoria de Manuel Onieva en la primarias del PP incluso gana la oposición. En el PSOE no disimulan su satisfacción ante la elección de Onieva como candidato de los populares a la Alcaldía de Calvià en detrimento de una Teresa Martorell a la que los socialistas temían -y mucho- como posible adversaria en las próximas elecciones de mayo.

De igual manera se expresan en Transparencia por Calvià y en UM. Mientras Martorell configuraba la cara amable en el trato y la eficiencia en la gestión del PP local, Onieva representa el delgadismo sin el carisma, el empuje, ni los recursos de Carlos Delgado.

Escrutinio

Algún día sabremos con certeza lo que ocurrió dentro de la sede del PP en Calvià durante los 90 minutos que se invirtieron en escrutar los poco más de 750 votos. Lo que si se pudo constatar el martes fue el ambiente, extraño, enrarecido que se respiraba en la calle, tomada por completo por los adeptos a Onieva y Delgado. Pareció que la noticia de la victoria de Onieva en las primarias -cuyo resultado de los escrutinios las concejalas Esperanza Català y Constantina Hernández, convertidas en majorettes del 'aparato', jaleaban ya 20 minutos antes de que José Ramón Bauzá los anunciara- fue acogida por los presentes con una explosión de satisfacción más tendente al alivio que al júbilo. Poca sonoridad en los aplausos, no pocas caras largas y algunos reproches en voz alta. El proceso de primarias deja heridas abiertas. Joan Thomàs, sector Onieva/Delgado se lamentaba ante el presidente del PP en Mallorca, Joan Rotger, del presunto juego sucio del candidato Bartomeu Bonafé durante la campaña. La consellera insular del PP Clara del Moral, contraria a Delgado/Onieva, arruinaba la percepción del alcalde de Santanyí, también del PP, Miquel Vidal, de que el proceso electoral se había llevado a cabo sin «cuchillos largos».

Carlos Delgado supo estar en su lugar. En un segundo plano. Su rostro no ofrecía atisbo alguno de alegría. ¿Realidad o impostura? Quién sabe. A Onieva le queda mucho por hacer para salvaguardar los intereses del PP en Calvià y el futuro de quienes le han brindado. Cuenta con la ventaja de que es consciente de ello.