Imagen de una de las salas del edificio, que tiene goteras y las vigas en mal estado. | Gori Vicens

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La residencia, Mare de Déu de Sant Salvador, de Felanitx, conocida popularmente como la casa hospici-hospital es uno de los edificios más queridos por muchos de felanitxers. Y es que desde hace más de cien años da un servicio social a la población, ahora necesita una reforma urgente.

Este edificio de tres plantas, situado en medio del pueblo, junto a la iglesia de Sant Alfons, fue construido a los años 1900-1901. Entonces, hacía las funciones de casa hospicio y también las de hospital. De hecho, hasta no hace demasiados años han sido muchos los médicos que han pasado consulta allí. Pero, una de las funciones más importantes ha sido la de residencia para la gente mayor. Ahora, más de un siglo después, el edificio necesita mà de metge. Ha quedado obsoleto para hacer las funciones de residencia y presenta deficiencias estructurales y grietas, principalmente en el porche, dónde algunas de las vigas están muy deterioradas. También hay filtraciones de agua cuando llueve.

La reforma

En el año 2006 se empezó a plantear la reforma, pero la inversión a realizar es muy grande. La residencia está gestionada por un patronato formado por el Ajuntament, la iglesia y las Germanes de la Caritat que siempre han sido las encargadas de regentar las dependencias, aunque hoy sólo quedan dos, además de 17 trabajadoras, entre auxiliares, cocineras o limpieza.

El proyecto inicial permitía 55 plazas de residencia, pero ante la carencia de financiación, se ha optado por cambiar el proyecto y dedicar la planta baja del edificio a centro de día. Según la regidora de Servicios Sociales del Ajuntament, Apol·lònia Rotger «si hubiera dinero, en la primera planta se podrían hacer unas 10 habitaciones para necesidades urgentes, pero todo depende de la financiación».

Los miembros del patronato ya se han reunido con técnicos de las consellerias de Habitatge y Afers Socials del Govern, así como con los responsables del IMAS del Consell para poder acogerse a líneas de subvención y poder realizar la reforma con la mayor brevedad posible.

Los dos pasos más importantes serian, dedicar la planta baja a centro de día y arreglar el porche, es decir, las deficiencias estructurales que presenta el antiguo edificio. Después, según el dinero disponibles se podrán ir añadiendo otros servicios. Finalmente, otra posibilidad que se plantean, seria pedir la participación de la empresa privada.