La fábrica de zapatos de Flavia, en la esquina de la calle Barco con la calle Llorenç Villalonga, fue una de las más importantes y destacadas de Inca. Llegó a tener unos 200 trabajadores, pero hace unos 25 años, con la crisis del calzado, cerró. Exceptuando la mitad de la fábrica que fue derribada para levantar pisos, la otra mitad había permanecido tal cual, cerrada. Ahora se construirá un centro médico privado en el primer piso y un concesionario de coches se instalará en la planta baja.
Respecto a Can Ramis, situada en la Gran Via Colom, la propiedad ha colgado recientemente un cartel anunciando «una nueva fábrica de conocimiento e innovación sostenible» que, según dice, abrirá en «septiembre del 2014». «Sa nova economia des cor de Mallorca», reza el letrero.
El alcalde de Inca, Rafel Torres, expresó su satisfacción por ambas iniciativas. «Valoro de manera positiva el movimiento económico que registra la ciudad. Si se sigue apostando por Inca es porque los empresarios y los inversores entenderán que hay verdaderas posibilidades de negocio», manifestó.
El PSOE pide una «mesa»
Precisamente ayer, el PSOE de Inca propuso la creación de una «mesa de debate» en la que participen sindicatos, empresarios, comerciantes y otras entidades que analice la coyuntura económica actual y haga propuestas dirigidas a crear ocupación. La capital del Raiguer es «el municipio de Balears con menos trabajadores dados de alta en la Seguridad Social», aseguran los socialistas. «6 de cada 10 personas de entre 20 y 65 años no trabajan», añaden.
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