De izda. a dcha.: Carlos Simarro, Tomeu Oliver, Tomeu Cifre, Antonio Gómez, Joan Albertí, Tolo Alemany, Antoni Mulet, Rafel Torres, Biel Matas, Jeroni Salom, Joan Toni Ripoll, Biel Tauler, Joan Rotger, Andreu Gili (anfitrión), Joan Jaume y Manuel Onieva. | Antoni Pol

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El PP de la Part Forana exhibió ayer de nuevo su unidad en una comida en una caseta de fora vila próxima a Inca a la que, además de alcaldes más bien críticos con Bauzá, acudió también Antonio Gómez, uno de sus fieles, y Biel Matas, coordinador de alcaldes del PP. A penas se criticó al presidente.


Asistieron al almuerzo los alcaldes de Inca, Rafel Torres, que hizo de anfitrión, Pollença, Felanitx, Búger, Maria de la Salut, Fornalutx, Mancor, Selva, Llucmajor, Sóller, Calvià, Marratxí y Binissalem.

A excepción de Jeroni Salom (presidente del PP de Mallorca) y quizás los alcaldes de Calvià, Llucmajor y Marratxí, la mayoría de los cargos mencionados son del bloque crítico con Bauzá.
Pese a estar invitados, no asistieron los alcaldes de Campos, Alaró, sa Pobla y Palma, también críticos. Los tres tenían otros compromisos que no podían eludir.

En este almuerzo no se puso verde a Bauzá. Ante los medios de comunicación, los invitados dijeron que se trataba de «una comida de compañerismo, de amistad». Torres incluso explicó que era «un almuerzo más» de los que hacen periódicamente varios alcaldes.

«Estaba dicho»

«¿Qué había que decir después de lo de Gabriel Cañellas en Muro (la semana pasada)? Todo estaba dicho», comentaba un asistente tras el almuerzo. «El mensaje de esta comida es que los alcaldes del PP de la Part Forana están unidos, y eso contrasta con el aislamiento en qué vive Bauzá», añadió esa misma fuente. «Estamos unidos», insistió.
Otras fuentes próximas al entorno del presidente comentaron que esas comidas en absoluto gustan a Bauzá. «Ellos (los alcaldes críticos) saben que están jugando de forma peligrosa», dijeron.