Una vecina muestra los pliegos de firmas que ayer se entregaron en el Consistorio.

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Un grupo de vecinos afectados por el proyecto de prolongación de la calle Sant Jaume ha recogido más de 300 firmas solicitando al Ajuntament que, aprovechando la apertura de este nuevo vial de casi un kilómetro de largo, se dote la zona de agua y alcantarillado.

El proyecto, financiado íntegramente por el Consell de Mallorca con un presupuesto cercano a los 800.000 euros, está ya en plena fase de contratación, pero no contempla la dotación de servicios. Algunos vecinos se han movilizado al entender que «no es lógico» que no se aprovechen las obras para instalar las infraestructuras básicas.

Suelo rústico

A pesar de las firmas, el Ajuntament no modificará el proyecto. Fuentes municipales aseguran que esta petición vecinal «en estos momentos es inviable, ya que supondría modificar el proyecto y se perdería la subvención del Consell, que obliga a contratar las obras antes del 18 de septiembre».

El Consistorio recuerda, además, que durante el período de exposición pública «no se presentó ninguna alegación en este sentido». Finalmente indican que el vial no supone la reconversión en urbanos de los terrenos que, de momento, seguirán siendo rústicos y que por tanto la dotación de servicios y su financiación «dependen de un futuro proyecto de urbanización de la zona».

El Ajuntament ha licitado estas obras mediante un procedimiento de urgencia. Durante las últimas semanas los servicios técnicos y administrativos han trabajado contra reloj para ir cumpliendo con los plazos, por lo que se prevé que las obras se puedan iniciar en el mes de octubre.

Siete empresas, todas ellas de la Isla, se han presentado a este concurso.