Parte del equipo médico de los paritorios del hospital comarcal de Inca. | MIQUEL A. CAÑELLAS

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Desde hace unos dos meses, el equipo del área de paritorios del hospital comarcal de Inca ha impulsado que las futuras madres que se enfrentan a una cesárea programada por recomendación médica puedan estar acompañadas por su pareja o la persona que elijan.

Como requisitos indispensables para que el acompañante pueda acceder al quirófano es que la intervención esté programada, no presente complicaciones a priori y que la gestación haya llegado a término. La pareja accederá a la sala una vez que la anestesia se haya instaurado y deberá permanecer sentado a lado de la gestante para no invadir el campo quirúrgico.

Lactancia materna

Además de ayudar a crear un clima de confianza y seguridad a la mujer que está acompañada por la persona que ha elegido, el personal del área de paritorios del hospital también busca con esta medida que haya un contacto inmediato de la madre y su hijo y lograr instaurar la lactancia materna de manera precoz.
La implantación de este nuevo protocolo en el hospital comarcal ha sido posible gracias al trabajo multidisciplinario de todos los profesionales que intervienen en un parto por cesárea. De este modo, anestesistas, ginecólogos, obstetras, pediatras, matronas y enfermeras han trabajado con la finalidad de ofrecer una atención en el parto por cesárea en la que se prioriza un clima de confianza, seguridad e intimidad de la parturienta con el apoyo de su acompañante.
A pesar del esfuerzo del equipo sanitario para poder llevar a cabo esta iniciativa que también se aplica en Son Espases, desde el hospital de Inca avisan que si surgen complicaciones no previstas durante la intervención, el acompañante deberá abandonar el quirófano.