Bartomeu Gili. | Juanjo Roig

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El alcalde de Artà, Bartomeu Gili (PI), declarará en el Juzgado número 3 de Manacor el próximo día 2 de junio como imputado en una causa sobre presunta falsedad en documento público y prevaricación ocurrida el 22 de abril de 2014. Se trata de un procedimiento abierto también contra el jefe de Policía y una psicóloga que fue contratada por el Consistorio para realizar unas pruebas. Gili se mostró muy indignado y cree que, con la denuncia, ha sido víctima de «una persecución».

Según explicó los hechos se remontan a mediados de 2014. Siendo alcalde todavía Jaume Alzamora se encargó, tal y como manda la normativa, la realización de una serie de exámenes psicotécnicos a los miembros de la policía para analizar su idoneidad para llevar armas. Gili explicaba que, «después hubo el cambio de Alcaldía y tras el informe realizado por una psicóloga contratada por el Ajuntament, el resultado fue que tres personas no eran aptas. En base a los informes técnicos firmé un decreto de Alcaldía de retirada de las armas».

Posteriormente, los afectados interpusieron un recurso. Así lo explicaba el alcalde: «Los tres trabajadores alegaron que no es que no fueran aptos, sino que no se habían presentado a las pruebas. Se aceptó el recurso en base a este defecto de forma y se les devolvió el arma provisionalmente hasta conocer los resultados de los tests».
Gili añadía que se citó a los policías y, «a día de hoy, dos de ellos tiene hecho el test, pero no tenemos todavía los resultados. Yo he visto una voluntad manifiesta de poner trabas a la realización de este examen». Dos de ellos han llevado el caso a los juzgados.

El alcalde mostraba su sorpresa por esta denuncia y se siente muy perjudicado tras la citación a un mes de las elecciones. «Ha habido un interés de retrasar y de hacerme deliberadamente un daño. Voy a investigar a fondo si ha habido mala fe y una persecución».