El centro de la ciudad se convirtió en un colorido escaparate de flores y plantas. | Antoni Pol

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Aunque ahora se ha rebautizado como Fira de la Terra, las plantas, flores y la jardinería en su conjunto volvieron a erigirse este domingo en los protagonistas de la Primera Fira d'Inca, la primera previa al Dijous Bo.

La calle Major, desde la esquina con Jaume Armengol hasta la plaza de Santa Maria la Major, se convirtió en un colorido escaparate de flores en el que dominaban las orquídeas pero en el que también se vieron otras curiosidades como una llamativa colección de calabazas. Los bonsais se instalaron en el claustro de Sant Domingo.

Quedan dos fines de semana de feria, y el Dijous Bo será el 19 de noviembre.