Mateo Colom.

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Un religioso agustino, el padre Fernando Campo del Pozo, biógrafo del obispo solleric Mateo Colom Canals (1879-1933), es bisbe Colom, que fue obispo de Huesca y que está enterrado en la parroquia de San Bartomeu, se ha propuesto poner en marcha un proceso de exhumación para transportar sus restos a la ciudad aragonesa asegurando que «ser enterrado allí era su máxima ilusión».

El padre Fernando Campo asegura que esta iniciativa suya se la comunicó recientemente al actual obispo de Huesca, Julián Ruiz, y que éste «lo ve bien y ha recomendado que se hagan los trámites». No obstante, el obispado aragonés se ha desmarcado de esta propuesta y asegura que esta diócesis «no ha impulsado ninguna iniciativa de este tipo ni la tiene prevista», dando a entender que en todo caso se trataría de una propuesta personal del sacerdote.

Aunque Mateo Colom tiene una calle dedicada y es hijo ilustre del municipio desde 1921, hoy en día su historia es poco recordada. Muchos sollerics ignoran que está sepultado en la parroquia. El padre Fernando Campo asegura que el obispo «estuvo a punto de morir mártir en Huesca» y realmente debió de sentirse amenazado, ya que salió apresuradamente de su diócesis pocos días después de proclamarse la II República para refugiarse en su Sóller natal. Tras su muerte, el 16 de diciembre del 1933, el alcalde tuvo que «negociar» con el gobernador civil que permitiera su entierro en el interior de Sant Bartomeu en lugar de hacerlo en el cementerio civil, ya que el obispo no había escondido nunca su animadversión por el régimen republicano.

La iniciativa de su «traslado» ha sido recibida con escepticismo, aunque las fuentes parroquiales le han quitado importancia al considerarla, sin llegar a decirlo oficialmente, totalmente particular y extemporánea.