En el camino de Son Bennàssar hace semanas que existe un vertido ilegal e incontrolado de restos de obra que crece con el paso del tiempo. | Maria Nadal

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La ciudad de Inca no puede controlar los vertederos ilegales que proliferan en suelo rústico. En la mayoría de caminos rurales de la ciudad, los vecinos encuentran múltiples puntos negros donde se han depositado sacas con restos de obra, colchones o todo tipo de materiales que no se han reciclado de forma oportuna.

Desde el PP, en la oposición, denuncian esta situación a la que «no se pone solución». El regidor popular Antonio Aguilar (en la foto) apuntó a que «hemos avisado al equipo de gobierno en múltiples ocasiones sobre la existencia de estos puntos y no se ha actuado». Un ejemplo de estos puntos conflictivos se encuentra en el camino de Son Bennàssar. «Hace semanas que el vertedero está lleno de sacas de obra que no se han retirado a pesar de las denuncias», señaló Aguilar.

Esta situación también se repite en el camino a Santa Magdalena donde la acumulación de colchones tirados en suelo rústico provocaron un incendio.