Imagen de archivo de la celebración del 'correbou de Fornalutx'. | Pere Bota

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Con la defensa a ultranza de su centenario correbou, Fornalutx se ha puesto al frente de la oposición de los pueblos de la Part Forana –en los que se celebran fiestas con animales o corridas de toros– a la nueva ley antitaurina del Govern cuya tramitación ha iniciado el Parlament balear.

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El domingo esta oposición se materializará en una gran manifestación en la plaza de Fornalutx a la que también asistirán colectivos y vecinos de otros municipios afectados en alguna medida por la modificación de la Ley de Protección Animal. Esta ley prevé erradicar en Balears los toros y las fiestas en las que los animales son protagonistas.

El alcalde de Fornalutx, Antoni Aguiló (PP), lamentaba este jueves «la falta absoluta de diálogo del Govern balear, que no ha querido tomar en consideración ni nuestros argumentos para mantener la fiesta ni el sentimiento de todo el pueblo».