Las antiguas ‘salinetes’ de s’Albufera, llenas de aguas negras. El Govern las bombea ahora hacia la depuradora. | Antoni Pol

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El macrovertido de agua sin depurar ocurrido la semana pasada en el parque natural de s’Albufera y en la vecina finca de Son Bosc ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad urgente de mejorar el sistema de infraestructuras que conduce y hace el tratamiento de las aguas residuales en la zona.

Los ayuntamientos de Muro y Santa Margalida han pedido por carta a la Conselleria de Medi Ambient que les informe acerca del vertido y del estado de las infraestructuras. El primero quiere que se construya ya una nueva depuradora lo antes posible, mientras que el segundo trata de evitarlo (apuesta para ampliar la capacidad de la planta actual).

El Ajuntament de Muro pide también información sobre las «medidas adoptadas para la prevención de nuevos vertidos». Parece una clara alusión a la construcción de la nueva planta de Can Picafort.

El Ajuntament de Santa Margalida, por su parte, solicita información sobre el mantenimiento que el Govern ha venido haciendo del colector averiado (al parecer, prácticamente nulo) y sobre el sistema de saneamiento de Capellans y del hotel Blue Bay (el viejo camping). Con esta última pregunta, los vilers quieren demostrar probablemente que en el vertido de la semana pasada había aguas negras tanto de Capellans como del hotel mencionado, y no únicamente de Can Picafort.