El acto central de la ceremonia es la vestición de los nuevos blauets. Sus madres les imponen la sotana azul y el ruquet que los distingue. El ritual representa como las familias dejan a sus hijos en Lluc para que canten a la Mare de Déu. | Antoni Pol

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Siete niñas y dos niños se incorporaron este sábado oficialmente al coro de la Escolanía de Lluc. La basílica acogió la entrañable ceremonia de vestición de los nuevos blauets, un acto en el que las madres imponen a sus hijos la característica sotana azul. El ritual simboliza la consagración de los chavales a la Mare de Déu.

Los niños que recibieron la sotana ya han cantado con la Escolanía. Iniciaron sus estudios en Lluc hace un año y fueron ingresando al coro a medida que demostraban su capacidad.

Entraron nueve voces nuevas y marcharon cuatro, aquellas de los alumnos que han finalizado 4º de secundaria y que, en consecuencia, dejan la Escolanía. Tres de los cuatro proseguirán sus estudios musicales, dos en el Conservatori de Palma y el otro precisamente en Reims.

El coro quedará ahora formado por 42 voces (22 niñas y 20 niños), pero se prevé a lo largo de este curso otras diez criaturas ingresen en él, de manera que estará compuesto por 52 blauets. Esto es la cifra más alta en los últimos 25 años, según explicó Ricard Terrades, uno de sus responsables.