Imagen de archivo de un pleno del Ajuntament de Calvià. | Redacción Digital

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La nueva oficina municipal de tributos de Calvià aún no ha abierto sus puertas, pero eso no impide que lleve meses surfeando la ola de la polémica.

Tras las causas y consecuencias que ha provocado la internalización de servicio de recaudación, la controversia se centra ahora en el nombramiento del nuevo director de la oficina tributaria, cargo que, tal y como adelantó Ultima Hora en el mes de julio, ocupará Jaime Far. Así, el portavoz de Ciudadanos (C’s) en el pleno, Carlos Tarancón, salió este lunes al paso de las declaraciones del alcalde Alfonso Rodríguez Badal (PSOE) en las que negaba que la designación de Far sea la de otro asesor o cargo de confianza, y que su elección obedecía a valoraciones técnicas. «Le pido al alcalde que deje de mentir, porque esto es un no parar de gente nueva cada mes», denuncia Tarancón.

Según el edil de C’s, se trata de un nombramiento «a dedo», amparado precisamente por unos estatutos que su partido se negó a secundar en el pleno del pasado jueves. El artículo 17.3 deja claro que el director del servicio de recaudación ostentará la condición de alto cargo por, entre otras consideraciones, «la confianza en su nombramiento».

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C’s apuesta por elegir al director de la oficina de tributos mediante «un concurso público con todas las garantías, que designe a la persona más capacitada para llevar a cabo la gestión de un servicio que, si falla, perjudica a toda la gestión del Ajuntament», sostiene Tarancón.

En este sentido, advierte de que «sea de confianza o designado bajo criterios técnicos, dicho nombramiento es a dedo y, como tal, al final de la legislatura su puesto quedará al albur del próximo gobierno, algo muy inestable para un servicio que debe ser autónomo, libre y ajeno a la política. Si la gestión del director es eficiente, lo mejor es garantizar su puesto mediante un concurso público, gobierne el partido que gobierne», añade el edil.

Finalmente, Carlos Tarancón se pregunta si la elección del resto de cargos de confianza no se ha basado en criterios técnicos o si acaso se refiere el alcalde a que «coloca amiguetes aunque no tienen experiencia ni conocimientos», ironiza.