El riesgo de desprendimientos puso fin al uso del templo, que acogió la última misa en verano de 2012. | Elena Ballestero

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El rector de Pollença, Xisco Vicens, ha precintado la iglesia de la Cala Sant Vicenç, que está inactiva desde hace cinco años por riesgo de desprendimientos. Vicens se reunirá ahora con el Ajuntament de Pollença para aclarar quién es el propietario del inmueble (si pertenece al Obispado, al municipio o a un particular) y dar una salida al imparable deterioro del templo.

La Asociación de vecinos de la Cala Sant Vicenç lleva años reclamando al Ajuntament de Pollença que recupere el inmueble, situado en la urbanización de los Encinares, y lo rehabilite para su uso público.

Riesgo de derrumbe

El problema es que desde que cesaron las misas en la iglesia por el evidente riesgo de derrumbe en el verano de 2012, tanto la parroquia como el Ajuntament se habían lavado las manos. Tiene aluminosis y ni unos ni otros han querido asumir hasta ahora el coste de reforma del edificio, que aún figura en el registro a nombre de la promotora de la urbanización.

La parroquia sí ha ‘custodiado’ el mobiliario y las obras de arte sacro que había en el interior, incluidas las doce litografías del vía crucis que el artista Aligi Sassu regaló a la Cala para estar expuestas en la iglesia parroquial y que el entonces rector llevó al Moll tras el cierre del templo.

La asociación de vecinos reivindicó la ‘devolución’ de las litografías al pueblo durante tres años, hasta que, apenas unas semanas después de que el rector actual, Xisco Vicens, se hiciera cargo de la parroquia, el Ajuntament y el cura llegaron a un acuerdo para que el Museu de Pollença ‘custodie’ las obras que desde entonces se han expuesto al público en dos ocasiones.

Parece que la buena sintonía continúa y el párroco y el alcalde tienen ahora una reunión pendiente para tratar de aclarar la propiedad y sobre quién recae la responsabilidad de restaurarla.

El rector se reunió este martes con los vecinos de la Cala para analizar juntos la situación del templo y explicarles porqué desde hace unos días hay un gran cartel de ‘Obras’ a las puertas del edificio.

No habrá obras de momento. El rector explicó ayer que ha ordenado precintar la iglesia por razones de seguridad. «El problema es que había bastantes copias de las llaves y entraba y salía gente con el riesgo de desprendimientos que hay, de manera que avisé al albañil para que cerrara con paneles y pusiera un cartel que disuadiera a quien quisiera entrar. Si una persona se cuela ahora está sobreaviso de que arriesga su salud», dijo Vicens.

El rector Vicens no quiso entrar en detalles sobre las negociaciones que se llevarán a cabo con el Ajuntament local. «Solo puedo decir que estamos en conversaciones y pendientes de una reunión con el alcalde para regularizar la situación y darle una solución», dijo.

El presidente de los vecinos, Xisco Mas, se mostró ayer especialmente satisfecho de la reunión con el rector y aseguró que éste tiene intención de dejar solucionado el asunto «antes de que acabe la legislatura».