Las edificaciones del antiguo edificio de Gesa se derribarán y se dejará un paso de 25 metros. | Maria Nadal

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El Ajuntament de Inca ha iniciado los trámites para expropiar el antiguo edificio de Gesa y convertir el recinto en una zona verde, tal y como se contempla en el Plan General de Ordenación Urbana del año 1987 y que ratifica el del año 2012. El objetivo de esta nueva zona verde es conectarla con la reforma de la plaza Mallorca, cuyos proyectos ahora están en exposición pública.

La futura zona verde tiene una superficie total de 4.500 metros cuadrados que se encuentran comprendidos en el interior de una isleta de edificios. La intención municipal es abrir el espacio para que sea de interés general. Para ello, el Ajuntament derribará todas las edificaciones existentes, que están obsoletas y presentan un gran número de deficiencias, y dejará un paso de 25 metros de entrada a la zona pública desde la plaza Mallorca. Con este trámite, el Consistorio también elimina el uso residencial del espacio que preveía un edificio de cuatro plantas y solo contemplará una construcción que se destinará a equipamiento público para que acoja dependencias municipales.

El precio de expropiación asciende a unos 500.000 euros (muy lejos de los 1,5 millones de euros que pedía Gesa para vender el edificio al Ajuntament hace unos años) y la inversión se llevará a cabo con la idea de «recuperar un espacio para revitalizar la zona que ahora, urbanísticamente, está muy deprimida», según palabras del alcalde Virgilio Moreno que continuó diciendo que «tenemos que empezar a hacer a estrategia del modelo de ciudad que queremos».

Aunque ya se han iniciado los trámites de expropiación, aún no se sabe el uso final que se dará a la nueva zona verde. Lo que sí se sabe es que se apuesta para que «sea una zona abierta para el disfrute de todos los vecinos», según Moreno.