Imagen de una concentración de quince abubillas en una cerca en Son Bosc, de Muro. | Josep Manchado

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Una puputada desconcierta a los ornitólogos de Mallorca. Los expertos han detectado un incremento espectacular en la población de abubilla (puput en catalán) en la Isla y, a falta de un censo oficial, debaten desde hace semanas en foros especializados sobre las posibles causas. Popularmente ya le han puesto nombre al fenómeno: puputada. Se han llegado a contar concentraciones de 40 y 50 ejemplares.

Las oscilaciones en la población de aves que participan de flujos migratorios son habituales, pero nunca se había dado una tan acentuada entre las abubillas de Balears. Muchas son las hipótesis que se barajan. De una parte, que responda a una campaña especialmente buena de cría en el sur de Europa; de otra, a una corriente de viento que hubiera podido influir en su migración. En tercer lugar algunas fuentes apuntan a la posibilidad de que las abubillas, que permanecen en invierno en Balears, se concentren este año más en el Pla y sean así más visibles. Está por ver si el fenómeno se mantiene en el tiempo y qué consecuencias tendrá. Se trata de un ave que se alimenta básicamente de insectos, orugas y gusanos por lo que el aumento poblacional podría notarse en el control de la procesionaria.

Manolo Suárez, coordinador de Ornitología del GOB, explica que «la abubilla es un ave migratoria establecida en el sur de Europa que, con la llegada del frío, deja el continente y se va a zonas más calidas, pero en lugares como Mallorca está todo el año». «No sabemos si las nuestras se van y recibimos parte de las del sur de Europa o si se quedan, suponemos que debe haber un poco de todo. Posiblemente este año han venido más del sur de Europa y las de aquí no se han ido. Si es lo que parece, volverán al norte y en primavera habrá el número habitual», añade.

Josep Manchado, miembro de GORA, opina que «pueden haber llegado con un temporal y se han quedado o puede que haya menos alimento en la Serra, bajen al Pla y sean más visibles». «No sabemos el porqué», añade.