Los restos rígidos de color púrpura de las 'Velas de mar' se acumulan en la playa. | Lluc Garcia

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A pesar de ser un fenómeno biológico bastante recurrente en el Mar Mediterráneo y en las costas mallorquinas, la llegada a las playas de miles de pequeñas Velas de mar azules o como se llaman en la Isla barquetes de Sant Pere, siempre sorprende a los que presencian.

Este lunes, después de unos años sin producirse, estos pequeños animales marinos que flotan a la deriva empujados por el viento y mueren en la costa, llegaron masivamente a las playas del Port de Sóller cubriendo la arena de un manto azul gelatinoso que, al descomponerse al sol despide un fuerte olor. Los restos serán retirados por los servicios de limpieza.

No se trata sin embargo de medusas. La Vela de mar conocida también como Vela púrpura o barca de San Pedro (entre otros nombres) y científicamente como Velella velella, es un animal inofensivo para los humanos ya que aunque también posee pequeños tentáculos con células urticantes en su parte inferior, ni su estructura ni sus toxinas pueden atravesar la piel de una persona o de un pez. Estos filamentos cortos son utilizados para capturar el plancton del que se alimenta.

La parte más curiosa del organismo, y que es el que le da nombre, es una estructura rígida y translúcida que hace las veces de vela y le permite desplazarse por la superficie del mar a merced del viento. Es por este motivo que en primavera son frecuentes los varamientos masivos.

La Velella está muy emparentada con otro animal de grupo de los hidrozoos mucho más temido y peligroso: la Carabela portuguesa que aunque tampoco es una auténtica medusa se suele confundir con estas y cuya picadura es muy grave. La carabela se ha hecho frecuente en el Mar Mediterráneo y ya ha habido varios avistamientos en aguas de Baleares.

Por el momento la presencia de la Velella en el Port de Sóller, solo parece ser un indicio más de que la primavera ya ha llegado a nuestras costas.