En el día de ayer se celebró el triatlón Challenge Peguera Mallorca. | AJUNTAMENT DE CALVIÀ

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«Hay ganas de hacer cosas, de dejar las restricciones atrás, y de volver a vivir». Las palabras de José Luis Esteban resumen bien el sentir de cuantos hoteles están organizando fiestas familiares de Halloween para el último fin de semana de octubre. Esteban es el director del hotel Marsenses Rosa del Mar, que desde Palmanova ha apostado este año más que nunca por estirar la temporada hasta el uno de noviembre, y echar el resto en la noche más terrorífica del año. El resultado, inmejorable: lleno total desde hace ya una semana, y lista de espera para pasar el fin de semana entre calabazas y calaveras.

El suyo es solo un ejemplo del éxito que han tenido los establecimientos hoteleros que han tirado de Halloween para poner el colofón a una temporada que, tal como resume el director del Marsenses, ha sido peor de lo habitual, pero «mucho mejor» de lo que esperaban cuando abrieron, en su caso ya a finales de junio. Con una ocupación media superior al 80 % a lo largo de estos cuatro meses, la temporada del coronavirus deja además algunas cosas positivas, como la diversificación de un mercado mucho más abierto ahora al visitante español, y menos dependiente por tanto de los turistas de origen británico, castigados este año por los constantes vaivenes en su semáforo COVID.

Hoteles de Magaluf como el Samos o Katmandú presentan también elevados índices de ocupación para finales de mes, coincidiendo con sus fiestas de Halloween. Eso sí, desde el complejo hotelero de Melià han optado este año por esponjar su celebración a varios fines de semana, a fin de evitar aglomeraciones. Su principal gancho será una vez más el parque temático, que según las previsiones de la marca solamente abrirá sus puertas, en las fechas clave, para sus clientes.

No ha quedado por tanto un mal mes de octubre en la planta hotelera de Calvià. Aunque sí es cierto que algunos hoteles ya han bajado la barrera hasta 2022, otros siguen a estas alturas abiertos y con buena ocupación. Es el caso de Peguera y Cala Fornells, donde la Challenge de triatlón celebrada ayer ha servido para estirar la temporada, tras unos meses en los que se ha recuperado la normalidad poco a poco. Eso sí, esta vez con muchas reservas de última hora, y con ‘premio extra’ para los hoteles de más nivel, que han llenado más habitaciones durante más noches, según explica el presidente de los hoteleros de Peguera, Toni Mayol, quien confía en que sean varios los establecimientos que aguanten abiertos hasta noviembre.