La depuradora de Son Bosc se construyó en los años noventa en una parcela que actualmente está situada en los límites del área protegida de s’Albufera. Cuando se producen vertidos, son una amenaza para la biodiversidad en el parque natural.

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La batalla legal entre los ayuntamientos de Muro y Santa Margalida, y la Conselleria de Medi Ambient (representada por Abaqua) en relación a la gestión de las aguas depuradas que comparten, continúa abierta. El alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, amenaza ahora con reclamar que la propiedad de los terrenos donde está ubicada la depuradora de Son Bosc, situada en Platges de Muro, revierta a Santa Margalida «porque fuimos nosotros quienes compramos esa finca para que se pudiera construir la depuradora mancomunada, en los 90; si ahora nos echan y el uso de depuración desaparece para nosotros, entendemos que nos tienen que devolver los terrenos», asegura Monjo.

Monjo responde así a una sentencia que en diciembre daba la razón a Muro y a Medi Ambient en esta cadena de litigios que las tres administraciones encadenan desde hace más de una década, desde que el actual alcalde de la Vila llegó al poder e inició su particular batalla contra la construcción de una nueva depuradora en Can Picafort para rebajar la sobrecarga de Son Bosc. En 2017, Santa Margalida aprobó por pleno una resolución en la que resolvía el convenio firmado en 2005 con Muro y Abaqua para construir una nueva depuradora en Can Picafort, a la que Monjo se opone frontalmente. Entonces, el Ajuntament de Muro interpuso un contencioso contra el de la Vila por esta decisión tomada unilateralmente. En diciembre, el Tribunal Superior de Justicia dio la razón a Muro y anuló el acuerdo del pleno margalidà.

Paralelamente, Abaqua también impugnó ese acuerdo de pleno, aunque aún no ha habido auto. Ahora Monjo quiere denunciar a Medi Ambient por «incumplimiento del convenio de 1989, en el que se comprometían a depurar las aguas residuales de Can Picafort en Son Bosc y a realizar las mejoras necesarias para su buen funcionamiento; si Son Bosc cumple los parámetros, ¿por qué quieren construir otra?», apunta Monjo. Se trata de convenios distintos, pero relacionados entre sí. El director gerente de Abaqua, Guillem Rosselló, señala que «el último auto judicial desmonta, una a una, las alegaciones de Monjo; Son Bosc cumple con la normativa, pero no se puede ampliar porque está dentro del Parc Natural de s’Albufera; y en el futuro no soportará un nuevo desarrollo urbanístico en Platges de Muro o Can Picafort, o peor, de ambos núcleos urbanos».