Imagen de la tala en Inca. | Juanjo Roig

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Los inquers se han visto sorprendidos estos días por la tala de urgencia de árboles que se está ejecutando en la Gran Via de Colom, donde se retirarán treinta grandes ejemplares que presentan diversos defectos estructurales y suponen un peligro potencial. La iniciativa forma parte del Pla de Gestió de l’Arbrat que impulsa el Ajuntament y que, en lo que queda de año y durante 2023, supondrá la tala y posterior replantación de más de 200 árboles en la trama urbana de la capital del Raiguer. La redacción del plan ha sido dirigida por la ingeniera agrónoma Inma Gascón y en el proceso se han inspeccionado uno a uno los más de 6.000 árboles localizados en la ciudad para comprobar su estado. Una vez hayan finalizado las tareas en la Gran Via de Colom proseguirán los trabajos en otras zonas como la calle Joan d’Aústria, la plaza Mallorca, la plaza del Blanquer, la Avinguda Reis Catòlics, entre otras.

Reposición

La regidora de Manteniment de Inca, Maricarmen Oses, manifiesta que «la tala de estos árboles conlleva la posterior replantación de ejemplares de la misma variedad y también la mejora de los espacios donde están plantados». En el caso de la Gran Via de Colom se volverán a plantar cinamomos (Melia azedarach) y los alcorques serán ampliados hasta 1,5 metros. Está previsto que los trabajos en esta zona estén finalizados antes del 12 de enero.

La inversión que realiza el Ajuntament d’Inca en las talas y reposiciones de árboles alcanzarán los 150.000 euros y la intención es que se ejecuten durante el próximo año. Las tareas en la Gran Via de Colom han supuesto unos 18.000 euros y han sido ejecutados por la empresa que ganó la adjudicación.

Aunque la retirada de los árboles es el elemento más visible del Pla de Gestió de l’Arbrat de Inca, se trata de un documento que «apuesta por la mejora del arbolado municipal a medio y largo plazo y que habilita al Ajuntament a disponer de una herramienta de trabajo sólida y técnica que ayude a la toma de decisiones que se producen a diario», indica la regidora Oses.

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La regidora Maria del Carmen Oses (centro) inspeccionando las tareas.

Uno de los aspectos más importantes que refleja el plan será «la formación del equipo de jardinería municipal para que conozcan nuevas técnicas, los cambios normativos y, en definitiva, logremos tener una ciudad más sostenible. De hecho ya se han dejado de hacer coronaciones y podas agresivas que no están indicadas para árboles en zonas urbanas», concluye. También se ha tenido en cuenta las consecuencias del cambio climático y, como detalle, Maricarmen Oses comenta que «en los últimos años se han producido cambios de orientación del viento y de temperaturas repentinos que han afectado también a árboles sanos.

El plan se ha estructurado en nueve líneas estratégicas desplegadas en 23 acciones concretas, con un calendario de acción en diferentes fases. Las líneas estratégicas abarcan el patrimonio arbóreo y biodiversidad, preservación, conectividad, aumento de la cobertura arbórea y la salud de los árboles, la seguridad del arbolado o el material vegetal, entre otras temáticas. Inca es junto a Palma y Marratxí los únicos municipios de Mallorca que cuentan con un plan municipal de arbolado. Manacor también tiene previsto elaborar el suyo propio.

Punto de vista
Francesca Marí

Más espacios verdes

Francesca Marí

Cuando un municipio inicia el corte de árboles muchos se llevan las manos a la cabeza. No en vano en demasiadas ocasiones hemos vivido desastres por las decisiones de algunos ayuntamientos en talar árboles emblemáticos. Que haya un plan de gestión del arbolado urbano debería ser obligatorio en la mayoría de pueblos y ciudades, así como potenciar las especies adaptadas a un entorno urbano más verde.