Algunos de los plenos del Ajuntament han sido muy ‘disputados’, por renzillas personales. | R.P.F.

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Los mismos seis partidos que han formado el arco político municipal (PP, PSOE, Bloc, PI, UP y Vox) son los que se vuelven a disputar las 17 sillas que conforman el consistorio felanitxer. En esta ocasión, los números uno son tres mujeres y tres hombres. Todos ellos son caras conocidas de la política local ya que son o han sido regidores durante esta legislatura. Tres repiten como candidatos a la Alcaldía: Catalina Soler (PP); Xisco Duarte (PSOE) y Jaume Monserrat (PI). En cambio, Miquel Lluís Mestre (Bloc) en 2019 fue el número dos de la candidatura pero, tras la dimisión de Joan Xamena, toda la legislatura ha sido el portavoz municipal. Caterina Ramon (UP) sustituyó a ‘Balti’ Picornell y fue regidora durante un año, y Maria Vidal (Vox) sustituyó a Francisco Monserrat y ha sido edil durante los tres últimos años.

Además de lidiar con la pandemia, precisamente en plena pandemia, en agosto de 2020, estalló la crisis en el gobierno municipal: dentro del PSOE -con la marcha del secretario general y regidor, Joan Aznar, que pasó a ser regidor no adscrito-, y por la pugna -al mismo tiempo- entre PI y PSOE. El alcalde, Jaume Monserrat, destituyó a los tres ediles socialistas y los ‘daños colaterales’ llevaron al Bloc a la oposición. Tras un votación interna de si seguir gobernando con PI y PP, optó por abandonar el equipo de gobierno. Así, el PP, que había estado en la oposición aun siendo la lista más votada, con un simple decreto del alcalde asumió las áreas de gobierno. El pacto de izquierdas (PSOE, Bloc, PI) se transformó en uno de derechas (PI, PP, Joan Aznar). Xisco Duarte (PSOE) que tenía que ser alcalde los dos últimos años no lo ha sido y Jaume Monserrat lo ha sido toda la legislatura. Mientras que Catalina Soler, ha sido tres años la primera teniente de alcalde.

Con seis partidos en el ‘bombo’ es muy difícil que alguno se pueda alzar con la mayoría absoluta (nueve regidores). Todo apunta a que tendrá que haber pactos y que el PI podría volver a tener la llave e inclinar la balanza hacia la derecha o hacia la izquierda. Aunque hacia la izquierda es muy difícil. El PI no va de extremos y la relación con el PSOE es inexistente. Mucho tendrían que cambiar las cosas. Por ello, un posible pacto sería PP-PI. Para algunos, una utopía pasaría por un pacto PP-Bloc ¿con o sin el PI? En Felanitx, todo es posible.