El Ajuntament de Campanet lleva años denunciando el peligro en la carretera al paso por s'Alqueria.

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El Consell de Mallorca redactará un nuevo proyecto de mejora de la carretera Ma-2131 de Selva a Campanet cuyas obras se iniciaron en la última legislatura del PP y llevan prácticamente ocho años paradas. «Después de ocho años será necesario hacer un proyecto nuevo» confirman a Ultima Hora fuentes del departamento insular de Carreteres.

Al frente del departamento está ahora el alcalde de Moscari, Rafel Gelabert, que ya ocupó la dirección general en la legislatura 2011-2015. La inflación desbocada encarecerá muy probablemente el presupuesto inicialmente previsto, según las mismas fuentes del Consell. «Nuestra intención es avanzar ahora en la redacción de un nuevo proyecto de adaptación mientras se resuelve el proceso judicial abierto a raíz de una demanda que la constructora presentó contra el Consell. La idea es comenzar a redactarlo en 2024», dicen.

¿Cómo pueden durar las obras de una carretera más de ocho años? La reforma de la Ma-2131 fue objeto de polémica desde su inicio en el anterior mandato del PP con Maria Salom presidiendo la institución insular. El PSOE denunció desde la oposición que la obra se hacía «a la carta» del entonces vicepresident del Consell Antoni Gómez (que tiene una vivienda en la zona) y del director insular de Carreteres y alcalde pedáneo de Moscari, Rafel Gelabert. Ambos negaron siempre el «trato de favor» y defendieron que el proyecto eliminaba puntos negros y «mejoraba la seguridad vial». Lo siguen haciendo.

Tras años de polémica (las obras afectaron a varios bienes patrimoniales y generaron un nuevo punto negro a su paso por s’Alqueria) el Consell acordó finalmente en agosto de 2018, rescindir el contrato a la constructora. La socialista Mercedes Garrido era entonces la responsable de Carreteres. Anunció la rescisión del contrato y la redacción de un nuevo proyecto de reforma que preveía ejecutar aquél otoño, pero no llegó a hacerlo.

La constructora demandó al Consell de Mallorca y pasadas las elecciones el nuevo conseller de Mobilitat, Ivàn Sevillano, decidió esperar a que la justicia se pronunciara antes de redactar un nuevo proyecto. No en vano la empresa reclama a la administración 450.000 euros por las obras ejecutadas. Ante las continuas solicitudes del Ajuntament de Campanet (el tramo que discurre por su término municipal es el que salió peor parado) la respuesta siempre fue la misma: «No se puede hacer nada mientras el tema esté judicializado».