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La lluvia no ha logrado estropear la fiesta dedicada a Sor Francinaina Cirer en su pueblo natal, Sencelles, este martes, aunque no ha permitido que se celebrara el habitual desfile de los participantes hasta el convento de las hermanas de la Caridad para honrar a la beata en ante su sepulcro.

Los actos en honor a la beata Francinaina se han trasladado al interior de la iglesia. Tras la misa matinal, numerosos vecinos y mucha gente llegada en autocares desde toda la Isla, han ido depositando ramos de flores a los pies del monumento que preside la escalinata de la parroquia. Pese al frío, muchos sencellers y sencelleres han acudido vestidos con los trajes tradicionales de Mallorca. Tal es la devoción en Sencelles por la Tia Xiroia. Bajo los paraguas y con el repicar de las campanas y las melodías de los xeremiers como telón de fondo, han ido llenando ramo a ramo el pedestal de la escultura de Sor Francinaina Cirer con la colorida ofrenda floral.

ofrenda floral a la beata Sor Francinaina Cirer

Dentro de las capillas de la iglesia, se han montado escenas vivientes que recreaban la vida en los tiempos de la beata, el siglo XVIII, con mobiliario y personajes vestidos de época, que el público podrá volver a contemplar a las seis de la tarde. Tras un sentido pregón a cargo de Jero Mut, la giganta Beata y los caparrots de s’Estol de sa Tia Xiroia han bailado ante el altar, mientras la narradora explicaba que este conjunto representa a los niños y niñas que jugaban con ella en el campo al finalizar las labores de la cosecha.

Por la tarde se celebrará otra misa en honor a Sor Francinina con la actuación de la coral que lleva su nombre, la agrupación Es Jonc y el grupo local Qanarussa, en una festividad que ha llenado las calles de Sencelles de ventanas engalanadas con banderolas y figuras de la beata.