El modelo cuenta con una estética bastante agresiva, sin tener una imagen excesivamente deportiva, pero sí muy "resultona".

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El Hyundai i20 es un modelo del segmento B que, desde se puso a la venta, ha tenido una gran aceptación por parte del público. Esta gran acogida es debida a su estética agradable a la vista y muy del gusto europeo, por el hecho de disponer de una tecnología a la última, de un interior bastante amplio y de unos motores de lo más equilibrados.

De hecho, lleva vendidas cerca de un millón de unidades en Europa, de las cuales 75.000 se han vendido en España.

Esta es la tercera generación del modelo, que ha experimentado mejoras de lo más interesantes en todos los apartados importantes, empezando por ser más grande que la generación anterior. Ahora tiene una longitud de 4.040 mm (apenas 5 mm más que el anterior), una anchura de 1.750 mm (30 mm más) y una altura de 1.450 mm (24 mm menos). La distancia entre ejes crece 10 mm y ahora es de 2.580 mm.

La parte delantera ha recibido algunos cambios pero no ha supuesto que ahora cuente con un diseño demasiado futurista. La parrilla ahora es mucho más ancha y va colocada en una posición más baja. En ésta se integran unos faros rasgados con tecnología LED.

La parte posterior ha sufrido cambios un poco más llamativos, empezando por un pequeño espóiler de techo que queda ligado al pilar C. Los pilotos traseros son triangulares y van unidos por el centro.

En su caso, el Hyundai i20 ha actualizado su gama mecánica. Ya no hay mecánicas diésel y han aumentado un poco las opciones de las de gasolina, con motores que arrancan en los 84 CV y que acaban en los 204 CV de la versión N (deportiva).

Nosotros hemos podido probar una unidad intermedia, con el propulsor 1.0 TGDI de 100 CV y 172 Nm de par con el sistema microhíbrido de 48 V y la caja de cambios manual.

Esta versión del i20 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos y lograr una velocidad máxima de 188 km/h. Por otro lado, homologa un consumo medio de 4,9 l/100km y unas emisiones de CO2 de 114 g/km.

Se trata de un propulsor de tres cilindros bastante fino y poco gastón en cualquier circunstancia. Es poco ruidoso, sube bien de vueltas y donde más cómodo se encuentra es en la zona media de las revoluciones.

Cuando se acelera el coche al máximo se suman entre 5 y 13 CV adicionales que servirán de bastante en los adelantamientos o incorporaciones a la autopista.

El i20 es pionero en tener disponible una transmisión manual inteligente que solo puede ir en los microhíbridos y que cuenta con sistema clutch-by-wire (embrague por cable), con el que se permiten funciones exclusivas de los automáticos como la conducción a vela cuando se levanta el pie del acelerador.

Las calidades del Hyundai i20 son más que razonables, teniendo en cuenta su relación calidad-precio. Si bien es cierto es que los plásticos tienen mucha presencia en el interior, el tacto no es malo, sobre todo en las zonas que están expuestas al sol.

La habitabilidad es bastante buena en este modelo, tanto en la parte anterior como en la posterior. Cinco adultos pueden ir cómodamente sentados sin estrecheces.

El maletero tiene una capacidad de 352 litros, 26 litros más que su antecesor, lo cual le mantiene entre los mejores del segmento.

En cuanto a la tecnología, cuenta con una instrumentación totalmente digital. Está compuesta por una pantalla de 10,25 pulgadas de buena definición. La pantalla central multimedia dispone de mucha información y dispone de Android Auto y de Apple car Play.

Podéis encontrar este interesante modelo en Proa Automoción, situado en la calle Aragón, 209 de Palma y también en el concesionario de Manacor.