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EFE-A CORUÑA

Ramona Maneiro, la mujer que confesó haber ayudado a morir al tetrapléjico Ramón Sampedro, aseguró ayer que «sin duda alguna» volvería a hacerlo, y señaló que le «da igual» si se reabre el caso y que «ahora», con sus hijos ya mayores, no le importa ir a la cárcel.

En una conferencia de prensa en su pueblo, Boiro, Ramona Maneiro reiteró que no había cobrado dinero por contar su participación en la muerte de Sampedro.

La amiga de Ramón Sampedro aseguró que el propio tetrapléjico le dijo antes de morir que «cuando quisiese lo contase, que cuando terminase todo, saliese y gritase» su confesión y ahora se ha decidido a hablar porque tenía «ganas de compartirlo con todo el mundo».

Espera, dijo, que sus declaraciones sirvan para que la gente «que lucha por la eutanasia lo consiga» y para que «nadie muera como tuvo que hacerlo Ramón, a escondidas, para que sea una cosa entre familia».