Sor Teresa, superiora de San Bartomeu de Inca, supervisa el embalaje por parte de los operarios expertos. | Teresa Ayuga

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Las monjas jerónimas han solicitado «asistencia técnica» al Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), dependiente del Ministerio de Cultura, «para la conservación preventiva» de los bienes muebles del monasterio de Sant Elisabet de Palma que están catalogados.

El primer contacto se llevó a cabo directamente el pasado viernes por medio de sus asesores jurídicos y este lunes se solicitó por escrito a Maria Salom que el Consell intermedie en esta petición, ya que el citado organismo solo asesora a instituciones públicas.

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Mientras, operarios de la empresa especializada en el traslado de obras de arte Balears Art i Llar empaquetaban este lunes la treintena de cuadros que la pasada semana las monjas quisieron llevarse al convento de Sant Bartomeu de Inca, donde viven las ocho jerónimas que quedan en Mallorca.

«En Mallorca se ha creado una alarma social en estos días a propósito de un traslado de unas obras desde el monasterio de Palma al de Inca por el que a las monjas se las califica de traficantes y expoliadoras», dice el escrito enviado al Ministerio de Cultura y remitido al Consell. Los abogados de la congregación añaden en el mismo que «existe un trasfondo jurídico que constituye la clave de bóveda de esta situación de alarma: un contencioso civil al haberse procedido a la inmatriculación ilegítima, y en su propio beneficio, del Monasterio de Santa Isabel de Palma por parte del Obispado, en una interpretación que entendemos abusiva o de fraude de ley del artículo 206 de la Ley Hipotecaria». Por estos motivos, «ante la situación de desconcierto provocada, y ante el temor de que las monjas sean injustamente despojadas de su patrimonio, con la injusta base de que no saben cuidarlo y de que pretenden expoliarlo» se considera «de emergencia solicitar el auxilio riguroso, imparcial y cualificado del IPCE».