El video viral de la clase de aguagym.

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Álvaro Cuenca Marco, valenciano de Mislata, de 22 años de edad, licenciado en Pedagogía y bailarín, ha revolucionado la red con la clase de aquagym que da a diario en la piscina del hotel Condesa de la Bahía (Port d’Alcúdia), de la compañía Mar Hotels, donde trabaja como animador.

Todo porque un cliente del citado establecimiento grabó la clase con su móvil y la colgó en su muro de Facebook, donde comenzó a recibir millones de visitas; entre ellas la de los responsables de diarios ingleses, que la colgaron en sus webs y... «Ayer la página en cuestión había recibido millones de entradas, lo cual no está nada mal. Tanto es así que he recibido llamadas de amigos, y de amigos de amigos, de Singapur y otros lugares del mundo, comentándola. Es más, este miércoles estuve en Valencia y dos personas que no me conocían me preguntaron si era el de la página en cuestión».

«¿Que qué va a suponer esto para mí? La verdad que no lo sé. Esto, a veces, sube deprisa y baja también deprisa. Por ello, yo voy a seguir haciendo lo de cada día. Me han llamado desde otro hotel de Mallorca ofreciéndome trabajo, pero yo estoy muy bien aquí. Si me llamaran para formar parte de un espectáculo, en un teatro, sería otra cosa». Álvaro Cuenca a lo largo de su vida, ha trabajado en pequeños proyectos, pero tiene fe en que algún día le llegará la oportunidad. De momento, la ha tenido cerca, pues en dos ocasiones quedó finalista para El Rey León. Pese a ello, seguirá intentándolo.

Es consciente de que desde la aparición del vídeo en la Red se ha hecho popular entre la gente del hotel, pero ello no quita que a diario, mañana, tarde y noche –porque de noche forma parte del espectáculo que tiene lugar al lado de la piscina– sigue empleándose con la misma ilusión que antes.

Tal vez, que le salga tan bien la clase, y que la parte final de la misma, cuando se mueve a ritmo de Single ladies, de Beyonce –que es el baile del vídeo que bate records de audiencia–, sea apoteósica, es porque Álvaro suma a su faceta de animador la de artista; en este caso, bailarín, por lo que no solo se ejercita, y hace que se ejerciten los demás siguiéndole, sino que interpreta cada uno de sus movimientos como si en vez de en una piscina estuviera en un teatro.