Alex Lowe y David Bridges, en una imagen del pasado.

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Una grupo de alpinistas ha descubierto en su camino hacia la cumbre del Shishapangma, en la cordillera del Himalaya, los cadáveres de los estadounidenses Alex Lowe y David Bridges, desaparecidos durante una avalancha el 5 de octubre de 1999, según la fundación que dirigen la viuda de uno de ellos.

El alemán David Goettler y el suizo Ueli Steck se toparon con los restos de Lowe y Bridges encapsulados en un glaciar cuando se preparaban para subir la cara sur la decimocuarta montaña más alta del planeta (8.013 metros). La ropa y las mochilas de ambos cadáveres encajaban con los de los dos desaparecidos, experimentados alpinistas.

Lowe, de 40 años, estaba considerado el mejor alpinista estadounidense de su generación y desapareció junto a Bridges durante una expedición en la que también participaba un tercer escalador, Conrad Anker, que resultó herido pero logró sobrevivir.

La viuda de Lowe, Jenni Lowe-Anker, ha dicho estar «agradecida» por el hallazgo y se ha marcado como objetivo lograr que su difunto marido «descanse». «Conrad, los chicos y yo iremos al Shishapangma», ha explicado en un comunicado Lowe-Anker, que se casó en 2001 con el alpinista superviviente de la tragedia.

Lowe, que escaló dos veces el Everest, siempre dudó en vida de quienes querían catalogarle como el mejor montañero de Estados Unidos. «Puede haber un corredor que sea más rápido o un saltador que llegue más alto, pero escalar es diferente. Es demasiado subjetivo», declaró en una entrevista a una revista especializada, según la agencia Reuters.