El informe Aladino reveló que el 15,5 por ciento de los niños sólo bebe líquido para desayunar. | Providence Doucet

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Un informe presentado esta semana por el Ministerio de Sanidad revela que hasta el 15,5 por ciento de los niños de 6 a 9 años sólo desayuna leche, agua o zumo antes de ir al colegio y aproximadamente uno de cada cinco lo acompañan de bollería. Además, el estudio muestra como la prevalencia de la obesidad es mayor entre los niños que no desayunan a diario.

Así se desprende de los resultados del último informe Aladino que cada dos años realiza Sanidad a través de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), basado en datos de una muestra de 10.899 niños de esta franja de edad recopilada entre noviembre de 2015 y marzo de este año.

El estudio buscaba analizar la incidencia del sobrepeso y la obesidad infantil en España y su relación con ciertos hábitos y situaciones sociales como la actividad física, el sueño o los hábitos alimentarios, lo que permite a su vez obtener una radiografía de cómo desayunan los niños españoles.

Así, el 93 por ciento de las familias aseguran que los menores desayunan habitualmente, frente al 3,5 por ciento que lo hace casi todos los días (4-6 días), 2,9 por ciento (1-3 días) y 0,5 por ciento no lo hace nunca.

En cuanto a su contenido, el alimento más habitual es la leche (78%), seguido de las galletas (39%), saborizantes como café, cacao o chocolate (33%), cereales (21%), pan o tostadas (20%), bollería (12,3%), fruta fresca o en zumo (8,4%), huevos (6,4%), yogur, queso u otros lácteos (5,1%), batidos lácteos (3,9%) o zumos envasados (3,6%).

No obstante, preguntados por el día en que se realizó la encuesta, el trabajo reveló que el 15,5 por ciento sólo bebe líquido y, entre quienes lo combinan con algo más, lo más habitual es tomar un lácteo (leche, batido o yogur) y cereales, según el 49,1 por ciento de los escolares. Tras esta combinación la más habitual es la que incluye bollería, con lácteos (3,9%) o con zumo o cualquier otro alimento (19%).

Asimismo, los autores lamentan que solamente un 2,8 por ciento realiza un desayuno «de calidad», incluyendo al menos un lácteo, un cereal y fruta.

La parte del estudio que incluye a las familias muestra ligeras diferencias por sexos en cuanto al consumo habitual de determinados alimentos para el desayuno, de modo que los niños toman más galletas (60%, frente a 56%) y las niñas más café, chocolate o cacao (27,4%, frente a 25,8%) y fruta fresca o en forma de zumo (22%, frente a 20,7%).

El estudio también muestra que cuando hay colegio la mayoría (92,2%) desayunan en casa aunque luego casi la mitad (43,2%) come en el comedor del colegio.

Los niños que son obesos desayunan menos

Además, el estudio muestra diferencias en los hábitos del desayuno en función del peso del niño. En cuanto a la frecuencia, el porcentaje de escolares con obesidad que desayunan a diario (90,2%) es inferior a la de los niños con un peso normal (93,9%).

De igual modo, se observan diferencias en cuanto a la composición del desayuno. Así, el 52,4 por ciento de las familias de los niños con obesidad indica que sus hijos comen pan o tostadas y el 13,5 por ciento zumos envasados, frente al 48,3 y 11,2 por ciento respectivamente de los niños con normopeso, que son los que más incluyen cereales en su dieta matinal.

Asimismo, hay un porcentaje significativamente inferior de escolares con sobrepeso u obesidad que desayunan fuera de casa (91,4 y 90,4%, respectivamente) frente al 93,2 por ciento de los que tienen un peso normal, al tiempo que también comen más en su casa (54,2 y 60,1%, frente al 51% de los que tienen un peso normal).

El estudio también preguntó si los niños que comen o desayunan en el colegio lo hacen en el comedor escolar o llevan la comida preparada de casa. Así, se observa un mayor porcentaje de niños que toman en el colegio un desayuno preparado de casa o fuera del colegio entre los que tienen sobrepeso u obesidad (3,5 y 3,8%), si se comparan con los de peso normal (2,2%).