Imagen de un tampón. | Pixabay

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Phoebee Bambury, una joven británica de 19 años, tuvo que ser hospitalizada de urgencia y su vida corrió peligro, al sufrir el síndrome de shock tóxico tras colocarse un tampón.

Según explica la publicación inglesa Mirror, la chica estaba inmersa de lleno en la época de exámenes y se encontraba estudiando en una biblioteca, cuando empezó a sentirse «realmente horrible».

Pensó en un primer momento que sus sensaciones y sus vómitos se debían al agobio de los estudios, pero en lugar de mejorar, con las horas empeoró.

Con la lógica preocupación, se levantó de la cama y fue a leer el prospecto de la caja de tampones que usaba en ese momento, donde encontró unos síntomas que encajaban bien con su situación.

Este síndrome, que puede causar la amputación de miembros e incluso la muerte, se manifiesta con síntomas parecidos a los de una gripe, como fiebre por encima de 39 grados, dolor de cabeza y muscular, de garganta, diarrea y una erupción parecida a una quemadura de sol. La chica tardó hasta doce días en recuperarse en el hospital, y ahora se encuentra bien.