Un camión grúa comenzó a descargar las casetas de baños para el personal y empleados que cubrirán la boda. | Julián Aguirre

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Destacado despliegue el que se prevé a lo largo de este jueves y este viernes en La Fortalesa. Es el lugar donde el sábado se celebrará el mediático enlace del tenista Rafa Nadal. La boda ha despertado gran expectación social, tanto para seguidores del manacorí como de curiosos. Algunos periodistas de televisión y revistas nacionales ya se han desplazado a la Isla para cubrir el evento, que ante las cámaras de los medios de comunicación estará blindado.

Este miércoles, un equipo de la organización del evento se desplazó hasta La Fortalesa, papeles y mapas en mano, para tomar posesión de la zona. Los primeros camiones de servicio aparecieron y se descargaron varias casetas de baños, supuestamente para la utilización y uso del personal de servicio.

Una fortaleza con todas las garantías

La base militar de Pollença, que abrirá sus puertas al evento privado, como medida de excepción y por seguridad, mostraron este miércoles una cierta normalidad, aunque también expectación entre los soldados que se encuentran en las garitas de entrada ante la presencia de algunos curiosos y periodistas.

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Uno de los puntos, desde donde se ve La Fortalesa y cuánto movimiento sucede en sus jardines y terrazas exteriores, es desde el paseo marítimo de Pollença, junto a la base militar.

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No se descarta que a lo largo de este jueves se desplacen hasta el lugar algún familiar o los propios novios, ya que durante todo este tiempo han estado pendiente de los preparativos.

Imposibilidad de volar en la zona

El Servicio Aéreo de Rescate (SAR) ha organizado para esta semana en la bahía de Pollença unos ejercicios por lo que Enaire, organismo que se encarga de la gestión de espacios aéreos, ha emitido una NOTAM, acrónimo inglés de Notice To Airmen (aviso a navegantes), en la que se prohíbe el vuelo en la zona donde se encuentra La Fortalesa. La multa para cualquier aparato, incluidos drones, que sobrevuele un espacio restringido se sitúa entre los 30.000 y 50.000 euros.