No fue hasta un día después, el domingo por la noche, cuando proporcionaron dos instantáneas oficiales de la pareja convertida en marido y mujer. En las dos fotografías, facilitadas por la Academia Rafa Nadal, la pareja posaba feliz con el mar de fondo, presumiblemente en una de las terrazas de La Fortalesa tras darse el «sí quiero».
Ella vestía de Rosa Clara. El cuerpo, de escote caja y manga larga, estaba realizado en encaje francés, inspirado en el movimiento artístico Art Déco, compuesto por motivos gráficos y florales. Está bordado a mano, de manera meticulosa con micropedrería incrustada en el dibujo. La falda, de línea evasé, confeccionada en crepe de seda natural, incorpora una ligera sobrecola extraíble. Completa su look nupcial con un sutil velo de tul en seda natural. El vestido ha sido elaborado en el Atelier de Rosa Clará con un trabajo de excepcional técnica y artesanía.
Desde ese momento, iniciaba su andadura personal como marido y mujer. En junio de este año, se confirmaban los rumores de que esperaban a su primer hijo. El domingo 5 de junio, cuando el tenista todavía estaba disputando la final del torneo de Roland Garros, se comenzó a especular sobre la posible paternidad del matrimonio. Los gestos de Mery y las prendas que escogió durante la competición, vestidos holgados y blusas amplias, hicieron saltar todas las alarmas. Además, cuando ambos posaron con la Copa de los Mosqueteros la joven se cubrió la zona del vientre con el trofeo. El embarazo era un secreto a voces, que finalmente se confirmó.
El próximo 20 de octubre celebrarán su tercer aniversario y lo harán en compañía de su primer hijo. Será así una doble celebración.
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