Año nuevo, vida nueva, pero las tradiciones se mantienen. Más de 2.000 personas se han concentrado esta noche en la plaza de Cort para recibir el 2023 con las campanadas de En Figuera, el emblemático reloj del Ajuntament de Palma, que después de guardar silencio el pasado Fin de Año a raíz de un error en la sonorización, en esta ocasión sí se ha podido escuchar alto y claro. Tras tragar o acumular en los carrillos las doce uvas, bajo la carpa luminosa de la plaza, los presentes se han abrazado, han reído y descorchado botellas de champán. Así ha arrancado la que para muchos es, en realidad, la noche más larga del año.
Mallorca da la bienvenida al Año Nuevo
Miles de personas se reúnen en la plaza del Ajuntament de Palma para escuchar las campanadas de En Figuera
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5 comentarios
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Un cero para el Ayuntamiento que no supo participar con la ciudadanía dejàndonos sin música. Y me sorprendió el retraso del reloj de Cort de unos 20 segundos. No se quién era el relojero pero de exsctitud nada de nada.
Otra pifia monumental de la tropa que gobierna Cort, que aprendan de otros ayuntamentos que ayer, con un presupuesto absolutamente incomparable, deleitaron a sus ciudadanos con buena música hasta casi las 4:00, como debe ser. Una de dos, o les importamos un bledo los ciudadanos (y si quieres fiesta y multitud, págatela) o como con poco dinero casi no se pilla... Ambas opciones... S. C
Está muy bien celebrar, pero si sólo la mitad del coste de todos los cohetes que se tiraron anoche hubiera ido a obras sociales, más personas podrían hoy tener algo que celebrar.
Ahora. después de la fiesta , a trabajar que hay que levantar el país que los problemas siguen estando ahí.
La primera y la última vez que lo celebramos en Plaza de Cort. La plaza, ya de por sí algo pequeña, queda reducida a su mínima expresión, ocupada por los camiones de IB3 y todo el espacio vallado a su alrededor, comiéndose todo el centro de la plaza y confinando a la gente a estar y moverse apretujada por los laterales, además de tapar todas las vistas y no permitir un ambiente de comunión en plaza. Horrible. Y todo por una televisión innecesaria y carísima que apenas ven cuatro gatos. Anótenlo para el año que viene.