La artista infantil Damàris Gelabert celebrará su concierto de despedida en el TribuFest de Felanitx. | R.C.

TW
0

Damàris Gelabert celebra sus 25 años de carrera con una propuesta que se puede disfrutar, cantar y bailar en familia; deslizada con un mensaje pedagógico, moderno y atractivo que respeta y cultiva la inteligencia de los más pequeños. El TribuFest de Felanitx, primer evento musical para familias, repleto de conciertos, talleres, teatro y otras actividades complementarias, acogerá el ‘canto del cisne’ de la artista, pedagoga y musicoterapeuta catalana, quien tras su paso por el Parc Municipal Sa Torre el 1 de julio se despedirá de los escenarios.       

¿El público infantil es más exigente?
–Sí, los niños son más honestos y si logras conectar con ellos te lo demuestran de una forma muy clara y directa, y si no también.

¿Qué explora la parte más personal de sus canciones?
–Sobre todo transmite lo que yo he vivido con mi propia familia, el gusto por la música, algo que te puede ayudar a crecer, a desarrollarte en el día a día.

Después de 25 años en activo, la de Mallorca será su última actuación, ¿regresará al escenario tras un tiempo alejada de los focos?
–Quiero dejar fluir las cosas, necesito dedicarme a la composición y en un futuro no descarto hacer alguna actuación puntual, pero aun no he madurado esa idea.

Precisamente estaba atravesando su mejor momento...
–Sí, pero necesitaba parar, ya veremos qué ocurre en el futuro.

Apostar por el formato videoclip le dio un nuevo vuelo a su carrera, su video ‘Els mosquits’ suma casi 400 millones de visitas…
–Así es, el salto a los videos fue uno de los puntos importantes de mi carrera. En aquel momento no teníamos recursos para hacerlo y convocamos un verkami, y fue al hacerlo cuando me dí cuenta de que contábamos con el sostén de mucha gente. Fue un punto de inflexión.

¿Quién le transmitió la pasión por la música?
–Ha sido un cúmulo de personas… en casa mis padres y mi hermano, y fuera recuerdo que una profesora que tuve en parvulario que daba todas las clases cantando, era una señora muy risueña que incluso cantaba en las clases de gimnasia.

Y ha dejado un legado moderno y atractivo que respeta la inteligencia de los niños.
–Creo que sí, la música tiene esta connotación que destapa la creatividad. Mis canciones tienen un punto de auto aprendizaje que las hace estar vivas entre los niños y en las escuelas.

En décadas pasadas la música para niños era más insustancial, ahora existe una mayor preocupación por el contenido de las letras, ¿cómo lo ha vivido desde su posición?
–Así es, ha habido un gran cambio en los últimos años, yo lo he puesto en valor ya que vengo de la pedagogía. Sin duda, hoy el contenido de las letras que transmitimos es muy importante. Creemos que no hay que hacer música sencilla porque sea para niños, sino música rica, con contenido y arreglos musicales de calidad.

¿Qué determina que una canción sea de calidad?
–Sobre todo que esté hecha por músicos, que esté bien arreglada y grabada. Antes, la música infantil no siempre tenía en cuenta estos conceptos.

¿En qué etapa disfruta más, durante la preparación del disco o en los conciertos en recintos y teatros?
–Pues no sabría qué decirle, me gusta mucho la composición pero el concierto, estar en contacto con el público, tiene una magia muy fuerte. Me costará vivir sin ella.

¿Qué es aquello que más echará de menos?
–Estar sobre el escenario viendo cómo todos participan, y luego al bajar echaré en falta los abrazos sinceros de los niños que te vienen a saludar.

¿Qué autores le han servido de modelo o inspiración?
–Sobre todo una poetisa y música argentina llamada María Elena Walsh, fue un referente muy importante para mí. Y también la banda sonora de películas como Mary Poppins y otros musicales.