Quique Coll | Click

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Quique Coll fue encargado general de la gasolinera de San Fernando. Al menos ahí era donde le pillábamos cuando queríamos hablar con él. O en Canal 4, pues dicha cadena emitía una serie de mini programas en los que él participaba, en muchas ocasiones haciendo de Guardia Civil, en otras de buena persona -o parecía que lo era-, y en otras… Pues de lo que fuera, siempre con el humor y la moraleja de trasfondo, «un humor muy mallorquín», matiza. ¿Que quiénes eran los otros…?

«Eran bastantes… Silvestre González, mi pareja de Guardia Civil, Miquel Pujadas, Jaume Llabrés, con el que también he hecho anuncios…. Para Desguaces Pérez, por ejemplo… También trabajé con Cati Pujadas, Xisco Balaguer, Manolito de Teba, Kathleen Bendelack…. Y en cuanto a programas, pues… Entre otros, Ses Fafarres, La Barbería, A s’ as d’ Espases… En fin, que hacíamos bastantes cosas, lo cual ahora no pasa. ¿Por qué? Pues tal vez por las teles prefieren más las tertulias de los políticos, o porque en ella no hay lugar para el humor, cosa que si es así, es una lástima, pues, aunque me esté mal decirlo, el público se lo pasaba muy bien con nosotros, pero… ¡Qué le vamos a hacer…!»

Como hemos dicho, en ocasiones, aparecía vestido de Guardia Civil, junto con su pareja, Silvestre, a quien un ictus retiró de los escenarios y platós. «¿Qué si el uniforme de la Guardia Civil que levábamos era auténtico…? Pues sí, totalmente auténtico, desde el tricornio a todo lo demás… Bueno, la pistola era de mentirijillas, pero muy parecida a la que usan ellos».

Nos extraña que en tiempos como los que estamos pasando, en los que las malas noticias suelen ser el denominador común, diga que en las teles locales no hay espacio para el humor… «Es mi opinión… Que igual estoy equivocado, que no sé… Pero en el caso de que los hubiera, los espacios son, desde luego, mas pequeños que los de la época en que estábamos nosotros. Y es una lástima, y no lo digo por mi, sino porque en tiempos de tensión, nervios, crispación, como los de hoy, un rato de humor nunca está de más. Pero, ¿yo qué quiere que le diga…?».

Sobre política y políticos no quiere opinar mucho, «porque, ¿para qué…?-dice-. Porque está claro que hoy el político, en general, no está mucho por el ciudadano, sino que más bien va a lo suyo, a mantenerse en el puesto. Los que llegan dicen que lo van a solucionar, pero muchas de esas promesas jamás se cumplen, por lo cual el ciudadano empieza a cansarse -tras reflexionar unos segundo, añade-: Sí, porque pensamos que los políticos, como tales, han de saber gestionar nuestras necesidades, pues para ello los hemos elegido, pero… Mire, son ya muchos años, ¿sabe?, y al final siempre es lo mismo, sea cual fuere el color del político. Quiero decir que si no te mienten, en cinco minutos cambian de opinión y se quedan tan tranquilos».

Hemos quedado con Quique en la terraza de un bar, a la sombra de la sombrilla, pero al rato hemos de cambiar de lugar, pues la Tierra, girando alrededor del Sol, consigue que donde antes había sombra ahora no la haya, por lo cual, si sigues ahí, te achicharras. Así que nos vamos con los cortados, y con el tema de conversación, a otra mesa…

Estábamos hablando de política, políticos y ciudadanos, le recordamos. «No… Si ya sé… Mire, el político, para ser político, no tiene que estudiar ninguna carrera, ni hacer ninguna oposición, sino que con ingresar en un partido e ir haciendo puntos para escalar puestos, primero, concejal, luego, diputado, luego, senador, luego, eurodiputado, lo tiene arreglado…Y todo sin oposiciones de ninguna clase, sino a dedo. ¿Qué te asignan un cargo con un cometido que no dominas? No hay problema. Tienes asesores. Por ejemplo, en la pandemia, el responsable de la Sanidad del país era un licenciado en Filosofía y Letras, y cuando lo dejó, para ir en las listas a la presidencia de la Generalitat, le sustituyó una abogada, que tampoco tiene que ver con la Medicina, o con algunas de sus ramas. Y tampoco pasó nada. Es más, el ministro de Sanidad dijo más de una vez que estaba asesorado por un equipo de especialista… Pero nunca nos mostraron ese equipo y… ¿Pues qué quiere que le diga…?

Defiendo los derechos de la mujer como el que más, pero lo suyo sería, por ejemplo, que el Ministro de Defensa fuera un General de Estado Mayor y no una jueza, como es la ministra actual. O que pusieran como jefe de la policía local de Palma a una persona con conocimientos, capacidad de mando, dotes de estrategia, etc., y no a cualquiera. Supongo que en el caso de las obras del Passeig Maritim y las de la Plaça de Espanya, si hubieran diseñado su estrategia un ingeniero o un arquitecto, y un economista, no estarían como están ahora, a medio hacer, sin saber cuándo van a terminar, y encima arruinando a los comercios que hay en una y otra».

Otro de los problemas a resolver por los políticos, en opinión de Quique, es que estos «deberían de salir más de sus despachos, hablar con la gente, ver cómo van las obras que han encomendado… O ver que, efectivamente, la saturación turista hoy es una realidad, por lo que hay que estudiar cómo frenarla sin perjudicar a la gente que vive del turismo, que es mucha. ¿Que cómo hacerlo…? En mi opinión, eliminando el turismo de borrachera de Platja de Palma y Magaluf. Incluso eliminar el todo incluido en según que zonas… Y eso sí, poner policía donde haya una mayor concentración turística para que controlen manteros, vendedores ambulantes de todo tipo de prendas, además de bebidas y comidas en playas, así como bebedores de alcohol en la vía pública, puesto que las ordenanzas municipales lo prohíben. Lo que digo no es nada complicado, ¿no? Es solo cuestión de ponerse, y si hay que incrementar el número de policías, hacerlo, eso si colocando al frente a la persona adecuada».

¿Tiene razón Quique pensando en voz alta lo que muchos ciudadanos pensamos?

Por cierto, y volviendo a su faceta de actor cómico, nos dice que «estamos preparando un cortometraje titulado el Vampiro Calé, que se rodará en diversos lugares de Palma. El objetivo es el de recaudar fondos para la Colonia los Amigos de Jony, formada por un grupo personas excepcionales con los que a veces colaboro, y que se dejan la piel, y en muchas ocasiones su propio dinero, entre la adquisición de alimentos y cuidados veterinarios para los animales de la calle, dicho sea sin menospreciar a otras personas, Asociaciones y Protectoras que también están en la misma situación, sino todo lo contrario. El protagonista de la obra, que dicho de paso es una obra muy divertida, es Miguel Pujadas, y los actores, Manolito de Teba, Miguel Comeche, Francis Expósito, Sebastián Nadal, Rubén Macón, Silvestre González, que tendrá un pequeño papel, Manual Serrano, actor de sa Boira, del grupo la ONCE. El guion es mío, aunque debo decir que en él colabora Santiago de María».

Y para finalizar, y hablando de teatro, Quique también es partidario, según nos dice, «de que en Mallorca, y en Balears, hay teatro en catalán y en castellano. Incluso en inglés, lo cual no sería ninguna novedad, puesto que en los años 70, si mal no recuerdo, en una calle que daba a Joan Miró, había un cine, el Regina, que proyectaba películas en inglés, y si funcionaba era porque había gente que iba, unos porque eran ingleses y otros porque hacían prácticas y aprendían el inglés».