Jaume Covas, a la derecha, en plena travesía.

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El mallorquín Jaume Covas sigue pedaleando con destino a Myanmar, antigua Birmania, a donde espera llegar, si hoy hay ningún imprevisto, a mediados del próximo mes de febrero. Ni que decir tiene que es un recorrido que requiere una enorme preparación física y mental, y una voluntad muy fuerte, ya que según que momentos del mismo, y más estando solo, no son fáciles de superar.

Solo le mueve la solidaridad

Esta aventura no la corre por una machada, ni por turismo, sino que está pedaleando desde hace meses -¡y los que le quedan aun!»- por echar a una mano a personas de aquel país, donde hace años trabajo en una de las ONG que operan en él, y que ahora no lo están pasando bien por conflictos que tienen que ver con la guerra.

Nos consta que antes de partir, familiares suyos y él, tocaron las puertas de los despachos de ciertos políticos, pero fue en vano. Todo se quedó en magníficas palabras de ayuda que jamás llegó. Pese a ello, Jaume no se achantó. Todo lo contrario. Se montó en la bici y en ella sigue, 6.000 y pico kilómetros después, corriendo con todos los gastos -ha tenido que pagar algunas reparaciones, y en las noches frías dónde no ha encontrado un techo gratis, o una casa abandona que le ofreciera garantías para plantar su tienda de campaña, se ha visto obligado a alquilar una habitación en un hotel barato-, eso sin olvidar las comidas, lo visados, etc., para lo que ha ido tirando de sus ahorros y…

Y que mejor que con una camiseta

Pues que para echarle una mano, su gente ha confeccionado unas camisetas, en las que se le ve a él sobre la bici, camisetas que podrán ser adquiridas a partir del próximo 23 de diciembre, en el mercadet de s’ Aranjassa, de 10 a 19 horas (también se pueden pedir al 687700298), y de las cuales ya he comprado una. Porque aquí hemos de pasar todos por caja… Porque entre muchos le hemos de echar una mano a Jaume, por lo duro que es el camino que está recorriendo y por lo bueno que está haciendo. Así que, compremos una de esas camisetas, porque, además, molan.