Marta está muy ocupada y explica que no tiene pareja, aunque admite no haber encontrado al chico adecuado. | R.L.

TW
0

Marta Ferrer –Martta como nombre artístico– es una de las monjas de Ca ses monges, obra escrita por Xesc Forteza que días atrás, con el apoyo del Ajuntament de Palma, se ha representado bajo la dirección de Viçens Torres, en el teatro que lleva el nombre del artista mallorquín con motivo del 25 aniversario de su muerte. En total fueron siete las representaciones, todas con las localidades vendidas.

«Para conseguir este papel –nos cuenta Marta, a quien encontramos almorzando con sus padres en el bar Sibil·la de Blanquerna–, tuve que presentarme a un cásting que se celebró el pasado mes de noviembre junto a otros cuarenta actores y actrices. Yo me presenté para el papel de Sor Ángela, la monja más joven del convento, y… Pues que el jurado me eligió a mí… ¿La obra? Muy divertida. De ella solo puedo adelantar que la paz de un convento de monjas se ve alterada cuando cuatro hombres entran en él... Y hasta aquí puedo contar, ya que, posiblemente, este verano haremos una gira por Mallorca para representarla de nuevo en Palma los días 26, 27, 28 y 29 de diciembre».

Martta, como actriz, empieza a tener un currículum interesante, puesto que con esta son cinco las obras de teatro en las que ha trabajado, a las que debemos añadir los nueve o diez musicales en los que ha actuado. Siempre en papeles relevantes, empezando por el primero que hizo, Illamor, con 14 años, y tras haber cumplido los 16, con la compañía de Rafel Brunet, de Mallorca So, Cenicienta, La bella y la bestia, Peter Pan, Tarzán, Frozen (con el que estuvo en la Gran Vía de Madrid durante una temporada), Alicia en el país de las maravillas y La Bella durmiente, que de momento es el último. Porque seguro que a corto o medio plazo habrá más.

Con anterioridad a esto, tanto que nos tenemos que remontar a mucho antes de haber cumplido los 14 años, Marta ya cantaba con la intención de darse a conocer, algo que consiguió ya que estuvo en programas de televisión como Camí de l’èxit junior, presentado por Rosa de Lima; Veo Veo, de Teresa Rabal y Tú si que vales, presentado por Christian Gálvez, con un jurado formando por Los Morancos, Àngel Llàcer y Noemí Galera, de Operación Triunfo.

La artista se dio a conocer siendo una niña, participando en programas de televisión, acompañada por su madre.
La artista se dio a conocer siendo una niña, participando en programas de televisión, acompañada por su madre.

Queremos decir con ello que si ahora, a sus 27 años, ha hecho lo que ha hecho, alcanzando metas complicadas, no ha sido por casualidad, sino porque ha creído en sí misma. Todo gracias a su constancia y esfuerzo personal, y al apoyo de sus padres, que han estado a su lado desde el minuto cero.

Además, es periodista

Y esto no termina aquí, porque habiendo llegado a dónde está, piensa seguir escalando. Y es que no se conforma con lo hecho, sino que quiere más… Porque, aparte de cantante y actriz, es periodista, carrera que hizo junto con la de Comunicación Audiovisual en el Centro de Enseñanza Superior Alberta Giménez (CESAG), y a la que se dedica, o mejor dicho alterna, con sus otras dos actividades. «Trabajo en la productora Singular Audiovisual, donde hacemos producciones y programas para la televisión, concretamente para IB3, como Fred i Calent, Gent de la mar y Club Tupper, entre otros. Además, también para IB3, hago como reportera retrasmisiones y especiales… Por ejemplo, he estado en Ses Completes de Artà, en U pi de Pollença y Sa Rua de Lloseta, siendo mi trabajo el de retransmitir los eventos a pie de calle», explica la comunicadora.

Su último papel como actriz ha sido de monja en la obra ‘Ca ses monges’ de Xesc Forteza.
Su último papel como actriz ha sido de monja en la obra ‘Ca ses monges’ de Xesc Forteza.

Cada cosa a su tiempo

Pero lo que hace un tanto singular a Marta, no es el hacer tantas cosas, sino hacerlas porque puede hacerlas. Incluso puede hacer más de las que hace. ¿Cómo? Organizándose, dando a cada cosa su tiempo. Como ha hecho siempre. De niña, y luego de adolescente, cantaba en escenarios y televisiones y sacaba tiempo para estudiar. Pues ahora, lo mismo. O incluso más, ya que en verano, sin olvidar los compromisos que tiene con la televisión por las mañanas –y a veces por la tarde– actúa con su grupo After Suns por las noches en verbenas y fiestas, privadas y públicas, versionando temas conocidos del pop rock de los años 80, 90 y de la actualidad. «Porque lo puedes hacer todo –afirma– siempre y cuando te sepas organizar bien». Por cierto, Marta también compone canciones –¿qué no hace esta chica?, nos preguntamos–. «Sí, tengo un disco llamado Vamos a bailar, de temas propios. Y espero que no sea el último». Y en cuanto a su futuro, visto desde sus 27 años compaginando periodismo, teatro y música, también tiene claro lo que le gustaría conseguir. Primero, aprovechar las oportunidades que le ofrezca el teatro y llegar a lo más alto que pueda. Segundo, «tener mi propio programa en televisión». Y tercero, «llegar a tener un largo recorrido en el mundillo de la música, como solista, y en musicales. Es soñar, sí… Pero es que los sueños se pueden convertir en realidad. De hecho, muchos los he hecho realidad».

Vivo de lo que gano

Y en cuanto al amor, nos explica que sigue soltera. «Y sin compromiso –añade–. Y es que no tengo tiempo para novios, ¿sabes? Por una parte, tengo mucho trabajo que me tiene ocupada muchas horas del día, y por otra, a día de hoy aún no he encontrado a la persona que me haga click».

Y para finalizar, dos cositas más. «Una. ¿Da para vivir lo que haces?», preguntamos. «¡Por supuesto! Ya que actualmente vivo de lo que he estudiado, periodismo y música». Y dos, «¿cómo conociste a Xesc Forteza?». «Personalmente, no le conocía, pues murió cuando yo tenía tres años. Pero la primera noticia que tuve de él fue a los 14 años, haciendo el musical Illamor, de Tomeu Penya, que se presentó en el Auditòrium de Palma. En el musical había una voz, que representaba a Dios, que hablaba con el protagonista, y que me llamó la atención. Esa voz, con la que habían hecho un montaje, era de Xesc Forteza. ‘¿De quién es esa voz?’, pregunté. ‘De Xesc Forteza’, me dijeron mis compañeros. Pues así fue como oí hablar de él por primera vez. Luego me interesé por saber quién había sido y lo mucho que había hecho por el teatro. Y 14 años después, he tenido la oportunidad y el honor de poder representar una obra suya».