Ana Cifuentes es la capitana del yate charter Tres Sirenas. | Teresa Ayuga

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No hay muchas personas que hayan vivido en tres archipiélagos diferentes en los últimos diez años. Tampoco hay muchas capitanas de yate ni muchas embarcaciones como el Tres Sirenas, una nave Ferretti 175 Fly comandada por Ana Cifuentes (Madrid, 1994) que opera en Mallorca desde 2023. Construido en 1995, el barco propiedad de la empresa de excursiones chárter Alida Yachts cuenta con tres camarotes con baño integrado. Con 18 metros de eslora y fabricado con madera de roble y materiales de primera calidad «es un hotelito por dentro. Es muy cómodo», afirma Cifuentes y añade que «nuestra línea principal son las Islas Baleares, aunque podemos hacer pasos a Península. Tenemos una capacidad para 12 personas incluidas las dos personas de tripulación, capitán y marinero, además de contar con lancha, paddle surf y esnórquel».

«Estamos en el corazón de Mallorca, tenemos la catedral enfrente (señala la Seu). La ubicación es maravillosa y el barco es espectacular porque tiene una línea clásica y elegante con la que me siento identificada. Somos una empresa familiar y mallorquina que está empezando, por lo que la filosofía y la identidad de la marca estaban por crear y el barco nos la ha dado casi hecha», indica la capitana.

Sobre su recorrido vital, Cifuentes explica que «es una larga historia pero se puede resumir. Viví en Madrid hasta que con poco más de veinte años me mudé a Malta. Estuve un año y medio allí de aventura, trabajando mucho. Al principio no sabía casi inglés, por lo que trabajé en la restauración hasta que entré como monitora en varios hoteles. Más tarde fui instructora en SportMalta, una organización del gobierno en la que disfruté mucho. Hasta ese momento siempre me había dedicado al mundo del deporte: el que más peso ha tenido en mi vida ha sido el patinaje sobre hielo, que practiqué hasta los 15 años compitiendo a nivel nacional. También fui instructora en instalaciones deportivas, además de socorrista, profesora de natación y practiqué varias artes marciales como muay thai».

Malta fue el punto de partida ya que «de allí me fui a La Palma, en Canarias, donde fui monitora en un resort orientado al deporte. Fue una etapa maravillosa. Allí vi un anuncio para hacer el curso de Patrón de Embarcaciones de Recreo (PER), pero la idea había nacido antes en Malta».

Cambio de vida

«Llegué aquí hace cuatro años y durante más de dos fui entrenadora personal en la Rafa Nadal Academy, pero cuando llegó la pandemia aproveché el tiempo libre para estudiar. Ha sido un proceso largo de tres años y medio en los que primero me saqué el PER y luego aprobé el examen de patrón hasta sacarme el título de capitán. Me considero muy afortunada de tener este trabajo. Lo que más me gusta de este oficio es la instrumentación, su funcionamiento y los sistemas de la embarcación. También el trato con la gente y estar en contacto con el entorno y el paisaje, que es fantástico».

Cifuentes afirma con naturalidad que «hoy no es lógico y coherente que una mujer no pueda ser capitana de un yate. Cada trabajo requiere de unas aptitudes e, independientemente del sexo, si las tienes eres bueno y si no, no». La capitana añade que «por supuesto que sorprende» a muchos clientes encontrarse a una mujer al frente de un barco de grandes dimensiones, pero que «suele ser una grata sorpresa porque no es habitual y contribuir a lo diferente también me gusta».