Cualquier persona puede ser víctima de este engaño puesto que en realidad no existen tales grabaciones. | Jan Vašek

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Muchos tipos de delitos y estafas online tienen un comportamiento cíclico, y por tanto, periódicamente vuelven a la carga campañas que buscan robar información sensible o directamente la extorsión con el fin de conseguir una suma de dinero. En este campo juegan un papel fundamental los intentos de sextorsión; precisamente este martes se ha emitido una alerta ante la proliferación de mensajes que avisan de duras consecuencias, si no accedemos a pagar un precio. Alguien afirma al otro lado que posee uno o varios vídeos íntimos. Aquí empieza una auténtica pesadilla en caso de no proceder adecuadamente.

La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), dependiente del Instituto de Ciberseguridad (INCIBE), alerta de la detección de correos electrónicos que tratan de amedrentar a la posible víctima con el aviso de que en caso de no pagar una determinada cantidad de dinero en bitcóins se publicarán supuestas grabaciones íntimas que han sido obtenidas mediante un software espía. Este engaño, conocido como sextorsión, podría afectar a cualquier persona ya que en realidad no existen tales grabaciones: es tan solo un pretexto utilizado para generar preocupación al receptor del correo y que proceda a realizar el pago solicitado para evitar males mayores. A pesar de que esos males sean ficticios. Solo están en su cabeza.

En la imagen que incorpora esta información se aprecia un ejemplo de este tipo de mensajes con un componente delictivo, sin perjuicio de que otros delincuentes utilicen otras plantillas de texto para su intento. Lo principal en este caso es nunca pagar ninguna cantidad a los extorsionadores. Tampoco responder al correo electrónico, pues una simple réplica pone sobre aviso a los estafadores que esa cuenta se mantiene activa; de este modo en el futuro pueden volver a actuar contra esa persona.

En caso de haber accedido al chantaje y realizado el pago, los especialistas en ciberseguridad recomiendan recopilar todas las evidencias de las que se disponga (capturas de pantalla, e-mails, mensajes, etc.) y contactar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para denunciar los hechos. Una pronta llamada de aviso a las autoridades puede proteger a otras personas de caer en manos de los desaprensivos.