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La nueva formación política que Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno de Pedro Sánchez, quiere construir para la izquierda situada a la izquierda del PSOE bajo la denominación Sumar, no concurrirá a las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán el 28 de mayo. Porque la aspiración de Díaz consiste en ser la primera mujer que presida el Gobierno de España. La participación de Sumar en los comicios del 28-M se articulará a través de las agrupaciones, confluencias y candidaturas que se han unido a la plataforma que promueve Díaz. Ahora mismo todo es una incógnita, acentuada por la fractura de la vicepresidenta con Unidas Podemos. Una discrepancia que se constata cuando Pablo Iglesias había designado a dedo a Díaz como su sucesora al frente del partido morado, pero ni Iglesias ni las ministras Irene Montero e Ione Belarra asistieron al lanzamiento de Sumar y la proclamación de la candidatura de quien milita en el PCE y forma parte de Unidas Podemos.

El futuro y la viabilidad, a partir del 28-M

Los resultados que conseguirán el 28 de mayo las formaciones adheridas a Sumar encierran, en gran medida, la respuesta a cuál es el futuro y la viabilidad de esta operación, que cuenta con el aval de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno, con la mirada puesta en las próximas elecciones generales que se celebrarán en diciembre, aboga por el entendimiento entre Sumar y Podemos porque -afirma- «mi deseo es que encajen todas las piezas».

Una división que perjudica al PSOE

La fragmentación de la izquierda a la izquierda del PSOE incrementa las posibilidades para que gobierne el Partido Popular. Sostiene Yolanda Díaz que puede ganar sin Podemos, y Pablo Iglesias califica a quienes apoyan a Sumar como «la vieja izquierda», resulta temerario. Una división que puede frustrar las opciones de Pedro Sánchez para reeditar el Gobierno de coalición. Sumar es una gran incógnita.