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Desde Manacor a la cumbre del fútbol sala continental. El Mallorca Palma Futsal ha inaugurado su palmarés por todo lo alto con la conquista de la Copa de Europa, el trofeo más preciado del fútbol sala mundial. Después de varios intentos frustrados, de perder finales en todas las competiciones nacionales posibles y de nueve tanda de penaltis malditas, el club balear reescribió el pasado domingo en el Velòdrom Illes Balears su propia historia para redactar una de las páginas más brillantes en la historia del deporte balear. El triunfo en la final de la Champions del Palma Futsal, que al contrario que sus rivales es una entidad que no es dependiente de ningún club de fútbol, es el premio a la constancia. A no arrojar nunca la toalla y a perseguir siempre el sueño. Sus victorias ante el Benfica y el Sporting CP, dos de las potencias del fútbol sala mundial, confirman que el título no ha sido fruto de la casualidad, sino del trabajo diario. La Champions supone la recompensa a un cuarto de siglo de ilusión.

Los valores del esfuerzo.

El Mallorca Palma Futsal ha apelado a la cultura del esfuerzo desde su nacimiento. A pesar de las dificultades, el club siempre ha trabajado a pie de calle desde la humildad. Es un ejemplo para la sociedad porque ha demostrado que, con el esfuerzo y la tenacidad, los sueños se pueden conseguir.

El legado de Miquel Jaume.

Miquel Jaume ‘Jimmy’ puso los cimientos hace 25 años del club que ha conquistado el primer título en una máxima competición europea para el deporte balear. José Tirado ha continuado el legado del dirigente fallecido hace dos años sin desviarse ni un ápice del guion establecido. Resetear el proyecto año tras año no ha frenado el crecimiento de un club que se ha ganado el corazón de la afición mallorquina en un fin de semana de ensueño. Más de cinco mil apasionados seguidores vibraron con la hazaña del Mallorca Palma Futsal, un ejemplo para el deporte y la sociedad balear.