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El Ajuntament de Santa Margalida, en una decisión inédita, ha decidido que en la próxima edición de las fiestas de la Beata los populares ‘dimonis’ pasen un control previo a la celebración para acreditar que no se encuentran bajo los efectos del alcohol. Se trata de una medida que pretende evitar conductas incívicas como las que se han registrado este año, en concreto la denuncia pública de una agresión sexual. Además, los ‘dimonis’ deberán lucir unos brazaletes que permitirá que sean identificados en el caso de que provoquen algún incidente durante las tradicionales fiestas. Se trata, en definitiva, de prevenir ciertas actitudes machistas arraigadas entre algunos participantes y que no pueden ser consentidas.

Una larga lista de incidentes.

En cualquier caso, la aplaudida decisión del Consistorio de Santa Margalida visualiza una lacra que ha provocado muchos incidentes no solo en aquellas fiestas, sino en tantas verbenas de verano, donde se reúnen miles de jóvenes y donde, en la mayoría de las veces, se consume de forma desproporcionada bebidas alcohólicas, a veces con consecuencias conocidas por todos. La Guardia Civil, y también las policías locales, han intensificado de un tiempo a esta parte los controles y la presencia policial en estos eventos, pero no se trata solo de una cuestión de números y despliegue de agentes. La vertiente policial es importante, pero hay otros planteamientos que abordar.

Campañas de sensibilización.

Uno de ellos son las campañas de sensibilización que las instituciones deben potenciar, como contrapeso a tantos altercados. La educación, sin ningún género de dudas, es esencial para evitar los excesos y las conductas sexistas. No se puede justificar que un participante en una verbena, por el mero hecho de haber consumido unas copas, pueda propasarse impunemente y amparado en el jolgorio de las fiestas populares.