La noticia desvelada este pasado viernes por este periódico sobre la construcción de catorce pisos de lujo en la última ‘possessió’ de la cotizada barriada palmesana de Son Xigala refleja la imparable voracidad constructora que se ha adueñado de grandes partes de la capital y que se extiende también a otras zonas de la Isla. Es un proceso irreversible y que debe ser muy controlado por las autoridades en materia urbanística, ya que un crecimiento desmesurado no garantiza en absoluto que los precios de las casas dejen de subir. En la citada barriada de Son Xigala, junto a Son Quint, Son Puig y Arabela, hace 20 años no había más que solares vacíos. A día de hoy es casi imposible encontrar un hueco donde construir, hasta el punto de que la histórica ‘possessió’ albergará una comunidad de pisos en el interior.
La imparable voracidad constructora en Palma
16/09/23 0:29
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2 comentarios
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El otro dia miraba y pensaba que en el bosque de Bellver se podrian construir unos cuantos bloques de pisos.Y en el Parc de ses estacions y en unos cuantos parques y jardines mas tb,Que no quede ni un metro sin construir,
L'única opció és que només els residents puguin comprar vivendes. S'ha de mirar pel bé comú i aturar els pelotassos urbanístics dels inversors de sempre. El problema té solució