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El pasado miércoles, cinco miembros de una conflictiva familia irrumpieron en un instituto de Palma y dieron una paliza a un menor de doce años, que tuvo que ser auxiliado por varios profesores. Se trata de un incidente muy grave que, afortunadamente, ha sido investigado con celeridad por la Policía Nacional, que ya ha detenido a todos los implicados. Se les acusa ahora de un delito de desórdenes públicos y otro de lesiones, ya que la víctima sufrió distintas heridas y contusiones. Lo más llamativo es que los hechos ocurrieron al mediodía, en plena jornada lectiva. En el vídeo que publicamos en la página web de Ultima Hora se evidencia la violencia con la que actuó el clan familiar.

Tomarse la justicia por su mano.

La ‘excusa’ de los arrestados fue que un familiar, que cursa estudios en aquel centro, había sido golpeado por otro y ellos, tras enterarse, decidieron tomarse la justicia por su mano y presentarse en el instituto para dar un escarmiento al otro menor. Las reacciones no se han hecho esperar y desde la Conselleria d’Educació han condenado de forma contundente los hechos y ha contratado vigilantes de seguridad para garantizar la seguridad de los alumnos y profesores. En cualquier caso, los centros docentes deberían ser espacios seguros y una agresión como la registrada en Palma merece la más enérgica condena. Son unos incidentes que no deben repetirse nunca más.

Aumenta la violencia.

La Policía Nacional y la Guardia Civil, así como las distintas policías locales de la Isla, han detectado en los últimos tiempos un aumento de la violencia entre menores, que en muchos casos se vincula con el consumo de vídeos extremos en internet. Se trata de una realidad que plantea serios problemas de educación y civismo. La comunidad docente hace todo lo posible para revertir esta inquietante tendencia, pero los padres también tienen su parte de responsabilidad. Una juventud violenta es un fracaso de todos.