En Sóller los vecinos están padeciendo, en pleno mes de mayo y desde el final de la Semana Santa, la masificación turística, que se traduce en colas kilométricas en las carreteras y una avalancha de visitantes nunca vista. No es el único municipio donde la llegada masiva de visitantes altera muy seriamente la vida de los residentes. En la vía de cintura o las autopistas de Andratx, Inca y Llucmajor los atascos ya son habituales a estas alturas de la temporada, lo que vaticina unos próximos meses especialmente complicados. De un tiempo a esta parte, los residentes tienen la sensación de que, de una u otra manera, tal oleada de turistas no puede ser absorbida de una forma natural por una Isla cada vez más saturada. Llegados, pues, a este punto, es razonable –incluso exigible– que el Consell de Mallorca se plantee limitar el acceso de vehículos a Mallorca. Una medida similar a la que ya se ha adoptado en Formentera, otra isla completamente desbordada.
Las necesarias medidas contra la masificación
Palma04/05/24 0:30
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