Los diputados de Més no dan en el clavo al reclamar el establecimiento de un cordón sanitario en torno a la sección balear de Vox. No está ahí el problema. La clave se encuentra en el espectáculo de la lluvia de balas por correo que ha teñido de ira y nervios la campaña electoral madrileña. El envío de proyectiles que antaño fueron reglamentarios en las fuerzas de seguridad y en el Ejército ha otorgado a la egocéntrica contienda capitalina un aroma de lejano y salvaje Oeste americano que evoca las viejas trifulcas de Kansas City o de Dodge, ciudades sin ley, con sus pistoleros, duelos, ensaladas de tiros cuando les cerraban el Saloon y donde, al final, se imponía la ley del más fuerte. Aquellos condados del Oeste, sumidos en el ruido y la furia y sublimados por las películas de Hollywood, eran, en esencia, tierra de promisión donde todo valía para ganar dinero. A su amparo acudían en caravana gentes de multitud de contornos americanos dispuestos a progresar al precio que fuese.
Hollywood, balas y Madrid
02/05/21 4:01
También en Opinión
- Susto en aguas del Port de Sóller: una culebra de considerable tamaño pasa entre dos piraguas
- La ayuda del Imserso que desconocen los jubilados
- Llega a los hoteles de Cala Rajada la nueva modalidad del 'balconing nude'
- Competencia multa con más de 230.000 euros a las empresas que tiraron más de 6.700 cartas en Palma
- Unos okupas presumen de su nuevo chalé de lujo con vistas al mar en la costa de Menorca
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.