Cuando buena parte de la sociedad de un país llega a la conclusión de que apartar del poder a un dirigente es más un problema de salud pública que de urgencia política, quien le sustituye acostumbra a ser acogido con cierta cordialidad incluso por aquellos cuya ideología no coincide con la del recién elegido. Y Joe Biden encontró ahí su primer escollo al tener que hacer frente a una media Norteamérica fanatizada día a día durante cuatro años por un Trump que carecía de otro argumento.
Biden en escena
También en Opinión
- La ayuda del Imserso que desconocen los jubilados
- Susto en aguas del Port de Sóller: una culebra de considerable tamaño pasa entre dos piraguas
- Competencia multa con más de 230.000 euros a las empresas que tiraron más de 6.700 cartas en Palma
- La Aemet amplía las alertas por lluvia en Mallorca
- La lluvia provoca inundaciones en el instituto de Manacor
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.