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Abel Pérez (1970), escritor, intelectual y conferenciante mejicano, es el autor de esta poética frase: «El verdor de la primavera nos recuerda que la vida es una llamada a la esperanza».
Esta expresión: «la vida es una llamada a la esperanza» entraña una gran verdad. Sin esperanza no hay meta ni el momento presente vale la pena vivirlo.

La esperanza humana y teologal nos abre horizontes amplios y significativos de sentido.
La vida, sin esperanza, es una simple fatiga y un camino tortuoso sin meta. La vida, sin esperanza, es un gran vacío donde casi nada tiene estabilidad y firmeza.

La vida, sin esperanza, es un oscuro caminar que se vuelve amargo y triste. La vida, sin esperanza, no nos estimula a vivir una existencia responsablemente ética.